El conjunto que dirige Isma Cantó logró el pasado martes en el pabellón de la Fuente de san Luis una contundente victoria por 93-58 que confirmó su superioridad respecto al equipo eslovaco y que alimentó sus esperanzas de no tener que recurrir a un tercer encuentro para resolver la serie. La intensa defensa que planteó el Ros fue la clave de su victoria, ya que le concedió canastas fáciles que le dieron la tranquilidad necesaria para afrontar en las mejores condiciones el ataque estático, y mañana se espera que Cantó trate de plantear el choque en términos similares.
El partido del martes fue el mejor desde que se incorporó al equipo a principios de enero de la estadounidense Candice Wiggins, una jugadora fichada para dar un salto de calidad al equipo en la Euroliga. Con 23 puntos fue la máxima anotadora del equipo valenciano, que gana así una nueva amenaza ofensiva, lo que le convierte en un rival aún más peligroso. El choque de mañana será además una prueba para ver la solidez del equipo valenciano como visitante, sobre todo porque en su previsible enfrentamiento con el Spartak de Moscú en cuartos de final, deberá ganar al menos un encuentro en Rusia para acceder a la Final entre Cuatro de la competición.
La gran amenaza ofensiva del equipo eslovaco volverá a ser previsiblemente la base israelí Liron Cohen, que anotó 15 puntos en el encuentro de la Fonteta y que la pasada campaña estuvo a punto de arrebatarle la final de la Copa de la Reina con el FEVE San José. Para este encuentro, Cantó no podrá contar con Dubravka Dacic, aquejada de problemas de espalda, pero en cambio sí que tendrá a su disposición a Laia Palau y Marina Ferragut, ya recuperadas de sus respectivas lesiones.
Al choque, además de algunos estudiantes españoles que residen en Eslovaquia con becas Erasmus, asistirá también Regina Palusna, jugadora eslovaca del club valenciano que el próximo domingo regresará a Valencia para completar recta final de la recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió en verano.
DEJA TU COMENTARIO