El Khimki tuvo sus opciones de ponerse por delante en la serie, ya que llegó a dominar el marcador en el tercer cuarto, pero el equipo del Ejército ruso hizo valer finalmente su mayor experiencia.
Los dos primeros cuartos fueron bastante parejos y sólo la gran actuación del lituano Ramunas Siskauskas -11 puntos en la primera parte sin fallo en el tiro- permitió al equipo local irse al descanso con cuatro puntos de ventaja (38-34).
El equipo de Scariolo maniató al conjunto entrenado por su compatriota Ettore Messina en los primeros cinco minutos del tercer cuarto y se puso por delante (48-50), lo que hacía presagiar una posible sorpresa.
No obstante, los jugadores del Khimki se precipitaron en varias jugadas de ataque y el CSKA logró una racha de 9-0, que obligó a Scariolo a pedir un tiempo muerto. El CSKA mantuvo una ventaja que rondaba los 7-9 puntos hasta los últimos cinco minutos de partido, cuando el argentino Carlos Delfino y el ruso Fridzon consiguieron colocar a su equipo, a base de triples, a dos puntos.
El partido se convirtió en un toma y daca hasta el último minuto, en el que al Khimki se le acabaron las ideas y el CSKA se limitó a anotar los tiros libres.
El máximo anotador del partido fue Siskaukas con 26 puntos, el estadounidense Langdon anotó 16 y el esloveno Planinic 14, con una serie de 5-6 de tiros de dos. Por parte del Khimki, el jugador más destacado fue Delfino con 17 puntos y tres triples y Fridzon con 12; mientras, el estadounidense McCarty anotó 12 puntos y el polaco Lampe 11, aunque ambos con una pobre porcentaje de cuatro de once.
El español Jorge Garbajosa fue el mayor reboteador de su equipo con cinco y se mostró fuerte en defensa, aunque volvió a ser muy irregular en ataque, con siete puntos. En las semifinales, el Khimki eliminó al Spartak San Petersburgo (3-1), mientras el CSKA hizo lo mismo con el Unics Kazán (3-0). El Khimki, cuyas riendas asumió Scariolo en diciembre pasado, fue hace unas semanas finalista de la Eurocopa, en cuya final fue derrotado por el Lietuvos Rytas lituano.
El equipo de la región de Moscú se alzó la pasada temporada con la Copa de Rusia al derrotar en la final al todopoderoso CSKA, finalista de la Euroliga.
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