Bautizo de 'crack' en Málaga

El Real Madrid llegaba a la Costa del Sol sabiendo que este partido era clave para el devenir de su grupo y para su pase a cuartos de final. Ganar en esta cancha le ponía en la pomada por el liderato, mientras que perder le condenaba a luchar por clasificarse para los cuartos de final en inferioridad de condiciones junto a sus tres rivales. Por eso, el equipo notó la presión del partido desde el primer momento y notó la hostilidad del ambiente del pabellón.

Un 4-9 inicial dio lugar a la remontada de los locales hasta acabar el primer cuarto con un 20-15 donde Luka Zoric se empezaba a erigir como líder de los malacitanos. El croata jugó uno de los partidos de su vida y anotó 32 puntos para 33 de valoración, copando el apartado estadístico de un Unicaja que estuvo discreto en el resto de sus líneas. Sin embargo, el Madrid no se descolgó del partido a pesar de las ventajas de los locales y gran culpa de ello la tuvo Singler. El norteamericano es un jugador multiusos al que el papel de protagonista no le va en este Real Madrid, pero que en un momento dado sabe asumir su papel de secundario de lujo.

Varias acciones de mérito del alero dejaron el partido al descanso en un emocionante 39-37. Así que Laso le puso las pilas a sus jugadores en el descanso y en la reanudación se notó la mejoría. La dirección de Sergio Rodríguez mejoró notablemente a la de un desacertado Llull y el Madrid pudo arañar una pequeña ventaja a falta de solo diez minutos del final (58-62, min.30). Sin embargo, Zoric y Valters iban a vender cara la derrota de su equipo y empezaron a anotar con facilidad desde dentro para poner a los blancos en una situación crítica (74-69, min.36).

Pero en ese momento Sergio Rodríguez tomó el mando del partido y se hizo con las responsabilidades. Un triple suyo más un tiros libre colocaron al Madrid a uno (74-73, min.38) con dos minutos por jugar. El choque se había convertido en una moneda al aire y lo ganaría quien tuviera más temple en los instantes finales. Otro tiro libre del canario puso el 78-79 con 28 segundos por disputar, pero una mala defensa madridista le dejó a Valters en bandeja que pusiera el 80-79 a falta de 9,5 segundos. Tiempo muerto de Laso y jugada decisiva. Entrada hasta la cocina de Sergio Rodríguez para generar ventaja en el exterior, balón atrás a Mirotic y el hispano-montenegrino lo engancha de manera acrobática, finta a su par y tira en suspensión poniendo el 80-81 a falta de medio segundo. El Carpena enmudecía y el madridismo sacaba lustre a su joya más preciada: Nikola Mirotic.

Fuente de la imagen de portada: realmadrid.com