Todo comenzó de la mejor manera para Casillas en el estreno en el Mundial de Brasil con un paradón a Sneijder en la primera parte, muy parecido al que le hizo a Robben en la final de hace cuatro años. Sin embargo, eso sería un espejismo porque desde ese momento todo se tornó oscuro.
Cuando España ya perdía por 1-2 comenzó el abismo de Casillas, que no saltó como debía en una falta botada por Robben y dejó en bandeja a De Vrij que hiciera el tercero. Pero es que el remate iba a llegar sólo unos minutos después, Iker intentó controlar el balón con el pie y le salió un pase para Van Persie hiciera el cuarto a placer.
En definitiva, una noche para olvidar que acaba de la peor manera para un Casillas que comenzó a buen nivel pero que se hundió como nunca antes le había pasado, y en uno de los días claves para la selección española.
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