Los empates no le van al Castilla esta temporada. El filial blanco no está logrando sumar de uno en uno, demostrando que o las cosas le van muy bien o le van muy mal. Y es que el conjunto de Manolo Díaz está sumando de tres en tres para salvar la categoría, y el día que no consigue hacerlo se deja todos los puntos. Se trata de una tendencia curiosa a la vez que peligrosa.
Y es que los empates, aunque no lo parezca, van sumando. Especialmente en Segunda División, más todavía en una temporada tan igualada como la que se está viviendo, un punto puede marcar la diferencia. Si cada partido que el Castilla ha perdido lo hubiera empatado, el filial estaría, de hecho, en tercera posición de la clasificación, a sólo un punto de Deportivo y Éibar.
Tres de los cuatro empates cosechados por el filial han llegado de la mano de Manolo Díaz, ante el Numancia en su primer partido al frente del equipo y posteriormente ante el Real Murcia y el Tenerife. Con Alberto Toril, se logró un empate ante la Ponferradina. Tres de los cuatro empates, también, han llegado en el estadio Alfredo Di Stéfano.
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