Los primeros compases del encuentro pusieron en evidencia que los dos equipos tenían el objetivo de la clasificación cumplido. Se notaba que ni España ni Portugal querían forzar la máquina y, además, el orden en los planteamientos defensivos prevalecía sobre el resto de facetas del juego. Fueron los portugueses los que rompieron por vez primera con este panorama, producto de una acción del delantero Nelson Olivieira, entrando por la parte derecha del área, pero tapado perfectamente con su salida por el meta Aitor.
En el siguiente aviso Portugal sí que encontró puerta. Un pase en diagonal puso a Rubén Pinto en el camino del gol, labrado con un toque efectivo y de calidad, lejos del alcance de Aitor. Con el tanto a favor, los portugueses incluso reforzaron su idea de juego, consistente en maniatar y estar muy encima de los jugadores españoles desde el mismo momento en que entraban en su mitad de campo. Y mientras España trataba de abrir algún hueco en el cada vez más hermético entramado defensivo luso, Nelson Oliveira, esta vez con la zurda y desde cerca, puso a prueba de nuevo a Aitor, que rechazó a córner. En el otro lado, Tiago Maia se fue al descanso sin apenas haber tenido que intervenir.
El comienzo de la segunda mitad ya le trajo un primer susto al guardameta portugués. Una jugada en corto y con pases rápidos, en la que intervinieron los dos jugadores incorporados en este período, Kiko y Manu, la finalizó el racinguista Canales con un zurdazo que rozó el pico del travesaño. Era la declaración de intenciones de que España estaba dispuesta a vender cara la derrota.
Incrementó notablemente su ritmo hasta someter a Portugal a un dominio absoluto. Ahora era Aitor el que no tenía trabajo. Las llegadas de España eran constantes, pero los defensas se afanaban una y otra vez en hacer buena su labor. El transcurrir del tiempo jugaba en contra de los de Luis Milla, que estaban haciendo todo el desgaste físico, aunque no bajaron los brazos en ningún momento. En el minuto 80, Nelson Oliveira volvió a dar una muestra de su peligrosidad, buscando la colocación en su tiro, que desvió Aitor. Portugal se mantuvo firme hasta el final y demostró que es un equipo que cuando consigue un gol sabe convertirlo en una victoria.
Fuente de las imágenes: RFEF
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