Y es que, en los últimos diez partidos, el Real Madrid Castilla ha conseguido anotar un total de 33 goles, lo que supone una media de 3,33 goles por encuentro. Unos números contundentes que se ven apoyados por algunos resultados cosechados por el filial en sus últimos partidos: 7-1 ante el Deportivo de la Coruña B, 5-0 ante la Universidad de Las Palmas, 1-4 al Coruxo, o el 4-3 al Atlético de Madrid B del pasado fin de semana.
Son números goleadores que están al alcance de muy pocos, y que demuestran que Alberto Toril está sabiendo sacarle todo el jugo a una plantilla que pasa por ser una de las mejores que haya tenido el Castilla en los últimos años. Este talento, sin embargo, no fue explotado por su predecesor en el banquillo, Alejandro Menéndez. Y es que con el técnico asturiano el filial blanco sólo pudo sumar 21 goles en toda la primera vuelta. Unas cifras que contrastan con los 33 goles que ha marcado el Madrid en las últimas diez jornadas.
¿Y a qué se debe este cambio de mentalidad del filial? En buena medida no tanto a un cambio de esquema, ya que Toril y Menéndez utilizan el mismo, sino más bien a cambios en los nombres. Porque la principal apuesta de Toril ha sido la de apostar en la medular por dos jugadores de creación como son Fran Rico y Alex Fernández, siendo un futbolista destructor como Mandi el sacrificado. Y si juegas con los mejores, es normal que los Morata, Joselu, Sarabia o Juanfran muestren el acierto de cara a portería que han mostrado en los últimos dos meses.
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