Cada vez queda menos y los errores a estas alturas de temporada se pagan muy caros. Solo quedan ocho jornadas de Liga y ahora los equipos ya no perdonan los fallos. Cada conjunto se juega la vida en estos encuentros y aquí el Real Madrid está obligado a sacar resultados positivos que le permitan disputar la promoción de ascenso a la Segunda División B. En la categoría superior el Castilla va como un tiro y es posible que ésta temporada deje un puesto vacante en su grupo a los de José Manuel Díaz. Por ello, hay obligación de pelear hasta el final el ascenso.
La siguiente piedra en el camino será el Navalcarnero (18:00), conjunto que ocupa la penúltima plaza en la tabla y que tiene la salvación a 12 puntos. Por tanto, está agotando sus últimas opciones de obrar el milagro, así que recibirá a los blancos con la intención de puntuar. No será un encuentro fácil para el equipo madridista, el cual intentará fijarse en la victoria lograda en la primera vuelta ante este equipo poer 3-0. El Carabanchel y el Parla acechan a uno y tres puntos, por lo que el triunfo es imperativo. Solo así se recuperaría la moral después de haber conseguido cuatro puntos de los últimos doce posibles. Los jugadores saben que en estos momentos es cuando se decide todo y el partido en el Mariano González es el primer examen de los ocho que les quedan.
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