El crecimiento del conjunto de Toril en este curso está fuera de toda duda. El Castilla ha demostrado a lo largo de la temporada regular una madurez inusitada para la edad de sus futbolistas. Sólido en defensa y con la mayor capacidad ofensiva de la categoría, el filial blanco quiere demostrar por qué ha sido a lo largo del año el mejor equipo visitante del Grupo I de Segunda B. Además, el conjunto madridista llega con la plantilla al completo, sin tener que lamentar bajas de hombres importantes.
El escenario del encuentro será un estadio histórico como el Ramón de Carranza, donde las entradas se han agotado para un choque en el que apenas habrá representación merengue en las gradas. Todo un infierno que, sin embargo, no es distinto a algunos ambientes que ha tenido que sufrir el cuadro merengue a lo largo de la temporada. Si antes, contra todo y contra todos, logró la meritoria primera plaza de su grupo, ¿Por qué no va a poder sacar un buen resultado en Cádiz?
La presión añadida que existía la pasada temporada no estará presente en la eliminatoria ante el cuadro gaditano, ya que en esta ocasión el Castilla tendrá dos oportunidades para abordar un objetivo que el club ha convertido en prioritario durante las últimas temporadas. La presencia del filial en Segunda División sin ninguna duda favorecería la incorporación al primer equipo de futbolistas que hasta el momento no han tenido la ocasión de demostrar a mayor nivel de lo que son capaces de hacer.
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