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El galés lleva varios días con gripe, lo que impidió que se entrenara este lunes junto al resto del equipo. Sin embargo, mejoró el martes, por lo que pudo ejercitarse con total normalidad a lo largo de la mañana. Pero una nueva recaída en este proceso gripal provocó que el jugador no se concentrará en la noche de ayer junto a sus compañeros, ya que tanto el cuerpo médico como los técnicos prefirieron que descansara en su domicilio con el correspondiente tratamiento para paliar los síntomas de la enfermedad. Una vez superada la noche, Bale acudió por sus propios medios a Valdebebas, donde se tomará la decisión definitiva sobre su presencia en el choque.
La relevancia del partido y el hecho de encontrarse en la última fase del proceso gripal hacen pensar que el extremo no tendrá ningún problema en ser hoy de la partida. Ante la evidente duda de Cristiano Ronaldo, quien hoy a su vez pasará una nueva prueba para valorar su estado físico, el madridismo espera que Bale vuelva a ser el gran líder del equipo sobre el campo como ya sucediera en la final de la Copa del Rey. Por eso el futbolista hará un gran esfuerzo para ser titular en una noche que promete ser histórica para el fútbol europeo.
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