Javier Saviola es el típico buen jugador al que ciertas circunstancias externas en su mayor parte le confieren el estatus de estrella. Llegó al Real Madrid con ganas de reivindicarse y, aunque no lo consiguió, tampoco dejo un sabor de boca excesivamente malo, quizá por su humildad y forma de ser.
Nacido en Buenos Aires en 1981, Saviola alcanzó la fama cuando el Barcelona pagó a River Plate 24 millones de euros para hacerse con sus servicios. En el cuadro culé no triunfó y sendas cesiones en Mónaco y Sevilla le hicieron recuperar gran parte del crédito perdido. Así, en el verano de 2007 en el Real Madrid se vio la oportunidad de fichar a un buen delantero para complementar lo que ya había.
Ni Bernd Schuster ni Juande Ramos le dieron muchas oportunidades de jugar y en el año y medio que vistió de merengue jugó 31 partidos en los que anotó cinco goles que contribuyeron para la conquista de un título de Liga.Tras su salida del Real Madrid, y como tantos otros, se convirtió en un trotamundos del fútbol.
Benfica, Málaga y Olimpiakos fueron sus siguientes destinos y en todos ellos cuajó actuaciones más que destacables siendo un jugador de buena trayectoria. Un paso breve por el Hellas Verona le sirvió para regresar a su River natal donde milita actualmente.
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