El Madrid debutó a lo grande

Como de costumbre, ambiente de gala en un pabellón de La Casilla abarrotado hasta los topes, algo que empieza a ser costumbre en los partidos de esta fantástica liga y en los de Bilbao en especial. El Athletic se presentaba con un equipo de gala, en el destaca la presencia de sus nuevas incorporaciones Ismael Urzaiz, Jon Pérez Bolo y Andoni Lakabeg, que con las ya conocidas de Julen Guerrero, Andoni Larrazabal, Patxi Ferreira, Imanol Etxeberria y demás compañeros, amenazan con dar un importante salto de calidad y luchar por todo en esta nueva edición de la Liga de Futbol Indoor.

En el ambiente el partidazo de hace un año, un empate a 9 que a los madrileños les hizo dejar media Liga en Bilbao, y al público y jugadores de La Casilla les supo a victoria. Y con todos estos ingredientes daba comienzo el interesante partido con el arbitraje del Sr. Urizar Azpitarte, que tiene el privilegio de ser el colegiado que más partidos Athletic-Real Madrid ha pitado en toda la historia de la Liga.  

Constante dominio blanco

Comienzo trepidante del Real Madrid que permitía llegar al Athletic hasta el meta Contreras, que con paradas de mérito hacía de primer atancante blanco en el contrataque. Intratable el equipo de la capital en tal arte, y 0-4 en el marcador en un abrir de ojos. Un Athletic desconcertado y que no entendía la facilidad de los Amavisca, Alfonso e Ivan de cara al meta Imanol Etxebarria se hacía con la posesión del esférico sin apenas crear peligro. Tuvo que llegar Jon Pérez Bolo para abrir la lata blanca y acercarse con un 1-5, que abría de igual modo los ánimos del vetusto pero encantado pabellón de la Casilla. Tomas y dacas con un partido totalmente controlado por los blancos y que solo dos acciones de garra, tras sendos errores de Contreras y Mesas, de Julen Guerrero y Aitor Larrazabal dejaban el luminoso en un 4-7 al descanso que para los leones era la mejor noticia de la noche hasta ese momento.

¡Que gran partido de futbol! Intensidad, velocidad, toque, en definitiva, dos equipos dándolo todo sobre la cancha y ganando adeptos a una modalidad que no parece tener limite en su popularidad. Garra y tesón por parte de los rojiblancos que, por dos veces, se acercan en el marcador a dos tantos. En el otro polo, el juego exquisito de los madrileños, que Andres Montes lo bautizaría como TIKI-TAKA, marcando goles para todos los gustos.   En esas estaba el partido cuando el bueno de Julen Guerrero lanza desde el medio campo y el balón se estrella en el poste, ese golpe que hubiese supuesto el mayor acercamiento de los bilbaínos en el luminoso, se convierte merced a un trepidante contrataque blanco en la sentencia y la distancia de 3 goles que a la postre resulto definitiva.