El presidente de Cantabria, que en su día hizo pública una discusión que tuvo con Laporta, en la cual el máximo mandatario culé le advirtió de que "España estaba machacando a Cataluña", ha confesado, en declaraciones al programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser de hace unos días, que ese enfrentamiento le está trayendo algunas consecuencias en su vida privada, sobre todo en Cataluña.
En concreto, Revilla aseguró que, desde que salieron publicadas esas declaraciones, no ha podido acudir nunca como invitado entre el público al programa de Buenafuente en La Sexta, programa al que solía acudir al menos una vez por semana. Da la impresión que el señor Laporta que, como era de suponer, no ha dado todavía ninguna explicación sobre este turbio asunto, tuvo que ponerse en contacto con sus 'amiguitos' de Mediapro y La Sexta, en concreto con Jaume Roures, tan cazurro o más que él, para vetar la presencia de Revilla en ese programa.
UN ENCONTRONAZO CON CONSECUENCIAS
Llama la atención el doble rasero que utiliza Laporta cuando se le tocan temas de política. Mientras que el máximo mandatario culé se hace la víctima siempre que puede, rogando encarecidamente que se respeten sus ideas aunque no gusten, él, sin embargo, no hace lo mismo. Su discusión con el presidente de Cantabria ha debido afectarle seriamente a su actividad cerebral, y parece que pretende hacerle la vida imposible cada vez que pise Cataluña.
Viendo este antecedente, que se preparen Guillermo Fernández Vara, José María del Nido y resto de personajes públicos o del mundo del fútbol que se han atrevido a criticar la forma de pensar del presidente culé. Mucho nos tememos que el bueno de Laporta no se los llevará a limar asperezas a Luz de Gas con botellas de Champagne como telón de fondo. No lo hagas Joan, que si no Vicky Martín Berrocal se pondrá celosa...
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