Pretenden igualar el papel de Inglaterra 66

Está encuadrada en el grupo G junto a Brasil, Portugal y Costa de Marfil


Corea del Norte y Coreal del Sur en un partido




Para acceder a esta cita, Corea del Norte tuvo que pasar por una agotadora fase de clasificación que abarcó 20 meses y 16 encuentros. En la primera ronda clasificatoria de la zona asiática, el equipo dio buena cuenta de Mongolia, a la que goleó tanto en casa como fuera para quedar exento de la siguiente eliminatoria. Así, pasó directamente a la tercera ronda como uno de los 11 mejores clasificados de la primera fase, donde los 'Chollima' quedaron segundos de su grupo por detrás de sus vecinos del sur, la República de Corea, logrando el pase a la última etapa.

En la competición definitiva, la selección norcoreana arrancó con un triunfo (1-2) ante Emiratos Árabes Unidos, antes de forzar un 1-1 ante la República de Corea. Pese a perder el siguiente partido ante Irán (2-1), el equipo reaccionó con un 1-0 sobre Arabia Saudí. Ni siquiera la posterior derrota (1-0) contra sus vecinos hizo mella en sus opciones, al venir seguida de un empate contra Irán, que le mantuvo en la segunda posición. En el último encuentro, donde le bastaba un punto ante Arabia Saudí para clasificarse, aguantó el 0-0 inicial para sellar su pasaporte.

Ahora, el objetivo norcoreano, además de intentar rivalizar con su vecino, será el de conocer un gran torneo internacional, ya que las posibilidades de clasificarse con remotas al estar encuadrado en un duro grupo junto a la pentacampeona Brasil, la aspirante Portugal y la dura Costa de Marfil.

Jong Tae-Se, la esperanza norcoreana


Poco se puede decir del combinado de Corea del Norte, dado que dos tercios de sus internacionales juegan en los desconocidos clubes nacionales, por lo que los 'extranjeros' serán los encargados de aportar la mayor experiencia como Hong Yonj-Jo, delantero del Rostov ruso. A su lado suele estar Jong Tae-Se, que milita en la Liga japonesa en las filas del Kawasaki Fronters. A sus 25 años, destaca por su potencia y velocidad, condiciones que han hecho que se le compare incluso con Wayne Rooney.

Nacido en Japón de padres surcoreanos, el atacante renunció a su nacionalidad por motivos políticos y planteó una dura batalla para obtener la ciudadanía norcoreana. Junto a él, destaca la figura del pequeño centrocampista Mun In-Guk, que sí juega en su país y que es el hombre que impone ritmo al equipo, gracias a su mayor talento, y el encargado de enlazar con los delantero.

Kim Jong-Hun, el general

El seleccionador norcoreano, Kim Jong-Hun, tenía sólo 10 años cuando los 'Chollima' hicieron historia en Inglaterra 1966. Ahora, ha sido el hombre que ha vuelto a conducirlos a la élite del fútbol mundial.

Pese a que hubo rumores que situaban en el banquillo de Corea del Norte al mismísimo Sven-Goran Eriksson, su federación optó por este técnico, poco conocido internacionalmente, y que es un auténtico 'general' para sus jugadores, a los que lleva con una disciplina militar de cara a cometer los menores errores posibles. Jong-Hun ha insistido en fortalecer por encima de todo la defensa de su combinado, algo que acentuará en Sudáfrica con el objetivo de salir airoso de este envite, y que le sirvió para que un equipo con no demasiado talento sacase su billete mundialista por encima de otras potencias asiáticas como Irán o Arabia Saudí.