Así vio DC el histórico triunfo nacional

Satisfacción generalizada





Jaime De Carlos

Más allá del gran sabor de boca que deja el haber superado por fin los fatídicos cuartos de final en un Mundial, quiero hacer hincapié en la manera de hacerlo. Y es que España ha logrado ganar el partido gracias a una jugada de gran simbolismo que aglutina la historia de la selección y lo que ha supuesto para ella la llegada de esta generación de jugadores. Cesc remató primero al palo, recogiendo el rechace Villa, quien, en su disparo, lanzó primero a uno de las maderas y luego a la otra. En otra ocasión, la pelota no hubiera entrado. Pero esta vez sí lo hizo, rompiendo así con el acostumbrado mal fario de la ‘Roja’ y elevando la moral de este equipo al máximo. Por ello, creo que pase lo que pase ya, el gran objetivo de este equipo se ha cumplido. Sin embargo, ahora no debe haber tiempo para celebraciones, pues el encuentro ante Alemania se presenta durísimo y muy abierto. Si bien, visto lo visto este sábado, por fin la suerte y el fútbol juegan con España.


Jesús Sevilla

España ha hecho historia. Por primera vez nos colamos entre los cuatro mejores del Mundial y el resultado no podía ser más esperanzador. La `Roja´ está demostrando que se merece el Mundial y ni Carlos Batres ha podido con nosotros. Este guatemalteco que no merece ser recordado por más tiempo ha estado a punto de crear más de un disgusto entre los españoles, similar al disgusto que provocó Al Ghandour en Corea y Japón 2002. Los paraguayos salieron muy enchufados desde el primer minuto pero la mayor calidad de España acabó con sus ilusiones. Y es que con jugadores como Villa e Iker no es para menos. Todavia podemos seguir soñando con proclamarnos campeones del mundo, hemos dejado atrás la maldición de los cuartos. Ahora nos espera Alemania, que se ha ganado a pulso ser una de las favoritas pero esta España es una selección más consolidada que la de la Eurocopa. Será un partido muy disputado, una final anticipada entre las dos favoritas. El sueño está cerca.

   David Jorquera

Aún sigo enfadado por la actuación de ese árbitro llamado Batres que casi nos tonga el partido. A pesar de él, creo que España mereció ganar el partido. No sobradamente, pero sí con cierta comodidad. La titularidad de Torres me sigue doliendo, no porque le tenga manía, sino porque creo que no está físicamente a tope y al chaval se le notan las carencias. Pese a todo, creo que Del Bosque le seguirá alineando, erróneamente a mi entender. El gol de Villa y el partidazo de Iniesta fueron claves aunque si me tengo que quedar con un momento del partido es con ese Casillas parando un penalti con empate a cero. Creo que ahí fue cuando se ganó el partido a los paraguayos. Que nos toque Alemania en semifinales es anticipar la final del Mundial. El mejor partido, a nivel de selecciones, que se puede ver hoy en día. Ganaremos, seguro.

 


                                     Alberto Piñero


He de confesar que hasta ayer no me había emocionado con la selección aún, ni siquiera ante Portugal. Hasta ayer, insisto. En un partido en el que Paraguay demostró por qué estaba en los cuartos de final, España supo sobreponerse a todos los contratiempos: presión brutal, gol en contra anulado, penalti en contra parado, penalti a favor fallado sin la expulsión correspondiente, penalti no pitado, etcétera. Quizás en otro momento este partido hubiera entrado en el volumen junto al del codazo de Tassoti, el de Al-Ghandour, el penalti fallado de Raúl y otros tantos. Sin embargo, está ya en el tomo de las grandez hazañas.
No me quiero dejar dos detalles sin destacar. El primero, es indigno que a estas alturas del Mundial haya árbitros de la categoría de Batres. Y segundo, vaya Mundial está haciendo Ramos, y vaya partidazo hizo ayer Casillas con ese penalti parado y esa doble oportunidad paraguaya que evitó al final. El Santo ha vuelto. Estamos de enhorabuena.