Mano 'blanda' de Guardiola

Prolonga la política de permisibilidad que acabó con Rijkaard





Cada día que pasa desde la derrota en Los Pajaritos, nos llega un nuevo episodio de la agitación que se vive en Can Barça desde entonces. Los barcelonistas se las prometían muy felices esta temporada con un entrenador, el inexperto Guardiola, al que se le suponía "mano dura" para enderezar al vestuario. Sin embargo, no es lo mismo mandar a unos críos de la cantera, que ha una plantilla de "estrellitas" y eso, se han encargado de dejárselo claro a Pep sus propios jugadores.

La argumentación que los azulgrana daban a sus dos anteriores y nefastas temporadas se basaba en que Rijkaard no sabía llevar el vestuario y daba demasiada permisibilidad a sus "cracks", movito que llevo a desprenderse de Deco y Ronaldinho. Las cosas siguen igual, sólo han cambiado los actores. Con Rijkaard eran Deco, Ronaldinho y Eto"o, con Guardiola son Messi, Alves y Eto"o, que repite porque se lo siguen permitiendo.

El argentino, es el alma del equipo este año y lo sabe, por lo que no parece dispuesto a recibir órdenes de alguien como Guardiola. En Soria, el técnico se dejó la voz para que "la pulga" se echase a la banda. La respuesta, la misma que en el tema de Pekín. Ni caso.

El brasileño, nada más llegar ya ha declarado que no le gusta cómo le hace jugar el entrenador y ha avisado de que no esperen al Alves del Sevilla con Guardiola. Empieza pronto.

El camerunés sigue el ritmo del año pasado. No han conseguido colocarle y ahora mismo hace y deshace a su antojo. Ayer llegó 45 minutos tarde al entrenamiento tras marcharse a Mozambique por unos compromisos publicitarios. Una de dos, o se largó sin que nadie se enterase o sigue la política de permisibilidad a los "rebeldes".

Guardiola, "el sargento de hierro" que esperaban en Barcelona es, ni más ni menos, el inexperto Guardiola, que pagará los platos rotos con los jugadores disciplinados, como antaño se hacía con Edmilson.

Condena del Tribunal Supremo

Por si no fuese bastante, además la entidad de Laporta ha sido condenada por el Tribunal Supremo a pagar 21 millones de euros por unos derechos de imagen de hace años. Se le acumulan las malas noticias al club catalán.