Javier Aguirre debió ver cómo Osasuna se cargaba a su homólogo Ziganda hace una semana y ha puesto sus barbas a remojar. Los malos resultados acumulados, con 4 derrotas en 7 partidos ligueros han colocado su puesto en entredicho.
En especial, duele en el seno atlético la goleada que se encajó en Barcelona, y cómo el equipo no supo reaccionar ante el Real Madrid volviendo a perder de forma consecutiva. El técnico mexicano, que había conseguido la renovación automática al clasificar el equipo para la Champions la temporada pasada, camina ahora por la cuerda floja.
Varios directivos del Atlético no estaban de acuerdo con la renovación de Aguirre y la cogieron con pinzas. Pero ahora que la situación del mexicano es de lo más inestable las voces en su contra se están multiplicando. De todas formas, el presidente Cerezo no es partidario de destituir aún a su técnico ya que sería reconocer el error de la renovación con tan sólo 7 jornadas de Liga pasadas.
El partido ante el Liverpool será una prueba de fuego que puede moverle el sillón al mexicano. No obstante, tras los dos buenos resultados cosechados en Champions ante el PSV y el Marsella, una derrota ante el Liverpool no sería definitiva para la clasificación. Por ello, el próximo partido liguero ante el Villarreal podría ser finalmente el que decidiera el futuro del técnico, que sabedor de esta circunstancia piensa reservar jugadores para asegurar un resultado en Liga.
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