El París Saint-Germain le ha dado un auténtico baño (4-0) a un Barcelona superado en todo el campo
El París Saint-Germain ha llegado al orgasmo por San Valentín gracias al descomunal baño que le ha dado al Barcelona, al que ha ganado por 4-0, en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Que el
Barcelona era un equipo que iba a caer con estrépito cuando se cruzase con un equipo medianamente decente y no tuviese la ayuda de los árbitros lo sabía todo el mundo y ese día ha llegado en
San Valentín.
El
Barcelona visitaba
París, la ciudad del amor, en el día del amor, pero el gustazo se lo ha dado el
PSG, que ha humillado por completo a unos jugadores azulgranas superados por completo.
El único que se puede salvar del
Barcelona es
Ter Stegen, que ha conseguido evitar que la humillación no haya sido todavía mayor en un
Parque de los Príncipes lleno hasta la bandera.
Di María, estelarLa fiesta la inició
Di María en el minuto 18 con un gol de falta aprovechando la penosa actuación de los hombres que componían la barrera del
Barcelona, pero lo mejor estaba por llegar.
Y es que desde el primer minuto el
PSG superó al
Barcelona desde la presión muy alta hasta una intensidad descomunal en defensa, y eso que
Rabiot se encontró con una amarilla en el minuto tres.
En velocidad también era mejor el
PSG y así lo demostró
Draxler después de un robo de balón en la medular para hacer el segundo antes del descanso y plasmar en el marcador lo que se veía sobre el césped.
Éxtasis en ParísPero es que tras el paso por los vestuarios el
PSG salió aún con más ganas de comerse al
Barcelona y
Di María firmó su doblete con un zapatazo en el minuto 55, cinco antes de marcharse ovacionado por su público.
Cavani puso el 4-0 en el minuto 72 con un jugadón colectivo de nuevo tras un robo de
Rabiot para completar la fiesta y el orgasmo del
PSG y sus aficionados para destrozar al
Barcelona.
Con el pitido final el
Parque de los Príncipes estalló de felicidad después de ver la maravilla que el
PSG firmó ante un
Barcelona que necesitará un milagro en
la vuelta para no ver a los franceses en los cuartos de final de la
Liga de Campeones.
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