De haber resuelto con victoria, el United hubiera aprovechado una buena ocasión de acercarse más en la tabla a los dos líderes del torneo, Chelsea y Liverpool, que previamente saldaron sus compromisos en empates.
En una jornada en la que, en líneas generales, no hubo abundancia de goles entre los cuatro "grandes" de la competición, a excepción del Arsenal -al que le tocó humillarse ante el Manchester City a domicilio (3-0)-, la plantilla del técnico escocés no logró quebrar los muros de contención locales.
Los "diablos rojos" disfrutaron con claridad de mayor posesión durante todo el partido y tuvo amagos, sobre todo en el primer acto, donde gozaron de oportunidades por parte de Ji-Sung Park y Cristiano Ronaldo, siempre una amenaza. El United trató de presionar más durante la recta final, con un peligroso disparo del internacional inglés Wayne Rooney cuando faltaban apenas dos minutos para terminar el encuentro.
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