Según aseguraba ayer el diario Mundo Deportivo, Joan laporta aprovechó un viaje de Txiki a Japón, debido a problemas de salud del hermano de éste, para cenar con Xavi y su agente, Corretja, y sellar la renovación del quinto mejor jugador del mundo, si hacemos caso a la votación al Balón de Oro hecha pública ayer.
El presidente culé tardó las dos horas que dura una cena en darle a Xavi todo lo que pedía mientras Beguiristain se lo negaba desde hace bastantes semanas. Por eso, ahora, el futbolista de la plantilla blaugrana que quiera mejorar su contrato ya sabe que tiene que pasar de Txiki y acudir a Laporta, que aparte de ejercer de mandatario parece que quiere sumarse a llevar el terreno deportivo y el de las renovaciones. Habrá que ver la reacción de Beguiristain cuando regrese de Asia porque a buen seguro que no le ha hecho ninguna gracia que Laporta le haya pisado su terreno sin su consentimiento.
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