Los cuartos de final de la Champions League dan mucho de qué hablar por todo lo que pasa tanto dentro como fuera del campo. Uno de los partidos que está en el punto de mira en el choque entre PSG y Barcelona.
El partido en el Parque de los Príncipes es una victoria balsámica para la reputación europea del Barça, pero sus aficionados han sido protagonistas de un modo al que nadie le gustaría serlo.
La remontada (2-3) del Barcelona ante el PSG en el Parque de los Príncipes, en el marco de la ida de los cuartos de final de la Champions League, ha dado cierto oxígeno al equipo azulgrana.
Tan es así que numerosos aficionados culés están pidiendo que el entrenador, Xavi Hernández, reflexione la decisión anunciada el pasado mes de enero, cuando comunicó que no seguiría la temporada próxima en el banquillo.
Sin embargo, el partido entre ambos equipos dejó una repugnante imagen: dos aficionados del Barça fueron detenidos por haber utilizado el saludo nazi en el Parque de los Príncipes un día después del encuentro.
Unos hechos lamentables que han tenido repercusión en todo el planeta, pues sabido es el poder mediático que posee el fútbol. Nos encontramos, de hecho, ante el principal deporte de las grandes masas.
El motivo de la detención fue el de “apología de un crimen de guerra”, así como de un “insulto público racista” -en relación con el supuesto gesto imitando a un mono que expresaron aficionados del equipo catalán y que algunos usuarios grabaron-, tal y como ha informado la Prefectura de París en una publicación en la red social X.
Ahora, ha sido la UEFA la que ha abierto un “caso disciplinario” por este tipo de conductas de los dos aficionados del Barcelona que estuvieron en París. En el organismo que preside Aleksander Ceferin estarían estudiando posibles sanciones al Barça que le afectarían de cara a la semifinal de la Champions, en caso de llegar a ella, según informa ‘L’Équipe’. En ese previsible escenario, la afición culé podría quedarse sin viajar fuera (el ganador del Atlético-Borussia Dortmund sería el presunto rival de los barcelonistas).
Unas medidas que, en todo caso, podrían ser proporcionales a la gravedad de los acontecimientos. Resulta vergonzoso aún hoy señalar el terror que sembró el nacionalsocialismo alemán, con el Holocausto en primer término, que acabó con la vida de más de seis millones de judíos. Hacer apología de este tipo de hechos retrata a la perfección la podredumbre moral de estos personajes. Un tema, el del nazismo, que, junto al racismo, debieran ser objeto de castigo severo por parte de todas las instituciones encargadas de velar por el correcto desarrollo del orden público.
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