El Lyon no pudo con el 'Villarato' europeo

Un gol ilegal de Henry rompió el choque para los franceses





¿También 'Villarato' en Europa?

Decía Pep Guardiola estos días que el Lyon iba a sufrir la ambición de su equipo, que iba “a buscar el gol desde el principio”, pero no había avisado a los galos que la permisividad arbitral que disfrutan en la Liga española iba a trasladarse también a Europa. Con Benzema tocado y media defensa francesa entre algodones, al campeón galo no le quedó otra que proponer lo que todos sabíamos, un partido híper-defensivo en busca de alguna contra milagrosa. Esa, evidentemente, no iba a llegar con facilidad y el Barcelona tuvo desde el inicio la complicidad que le ofrece un equipo que no quiere la pelota, justamente el mejor aval azulgrana.

Un fuera de juego señalado injustamente a Benzema cuando el crack lionés encaraba la portería de Valdés, ya avisó a los de Claude Puel que su periplo por suelo culé no iba a contar con el beneplácito del colegiado, con lo que la heroica iba a ser aún mayor. Una falta al borde del área, una ocasión de Etoo y una pared finalizada por Iniesta, obligó más aún a recular a los galos, que se asomaron al ataque con una buena internada de Benzema que culminó con disparo cercano al poste el brasileño Ederson.

Sin embargo, justo a continuación, un fallo defensivo de enorme calibre por parte de Boumsong, permitió a Henry encararse a Lloris y batirle por bajo. En medio de la intensidad del momento, la zaga francesa volvió a dejar muestras de su debilidad al recular en exceso hacia el lateral de Etoo y dejar sólo, de nuevo, a Henry que disparó rasa para romper el partido. Era el gol clave, el que supone defenestrar las opciones del rival y, desde luego, llegaba tras un claro fuera de juego del delantero azulgrana. Un favor más pero uno determinante. No levantarán la voz los culés por ello, desde luego.


Con las aspiraciones enterradas y la defensa visitante enloquecida, el Lyon hizo aguas y el Barcelona sólo tenía que dejarse ver en ataque para increpar a su rival, fuera de sí. Una jugada combinada de Messi en la que el argentino se metió hasta la cocina sin impedimentos y otra donde Etoo aprovechó una autopista descomunal en el epicentro lionés, dejaron todo sentenciado. Nadie se acordaba de aquella fuera de juego que evitó la clara ocasión de Benzema ni tampoco, desde luego, la del gol ilegal de Henry en el segundo. Makoun de cabeza en la salida de un saque de esquina, puso el de la honra para un Lyon flojito que se marchó negado al descanso. El colegiado, desde luego, tranquilo con su pésima labor. Pero… ¿acaso pensaban que no sucedería algo así?

Un lavado de cara lionés

La segunda parte empezó completamente opuesta a lo que se había visto en la primera mitad. Una llegada de Benzema que el galo no acertó a remachar y una llegada de Delgado por banda derecha que anotó Juninho desde atrás, dieron alas al Lyon. Sin embargo, para no romper la tónica, el árbitro se sacó de la manda un par de disputas que frenaron el juego y cargaron de amarillas a los lioneses, mucho más enchufados y dominando por momentos a los azulgrana. Una nueva fuera de juego que se tragó ‘el de negro’, reactivó al Barcelona.

Messi y Etoo se retaban constantemente para medir su grado de anti-compañerismo, ya que en numerosas ocasiones prefirieron jugársela en solitario y no ceder protagonismo a sus compañeros. Mientras, el Lyon sufría constantes desplantes en forma de faltas absurdas y decisiones negativas para su remontada. El Barcelona se limitó a contemporizar y se dejó llevar por la soberbia de quien se cree superior. Ni Benzema en un zurdazo ni tampoco Bodmer en una llegada desde segunda línea, lograron meter el miedo definitivo a un Campo Nuevo completamente en silencio. Para redondear su pésima noche, el colegiado expulsó a Juninho, que estaba siendo 'perseguido' hasta por aquellos que emitían el partido para el territorio nacional.

El resultado se alteró en el descuento con el definitivo de Keita y los cuartos tendrán presencia azulgrana. Allí estará el ‘Villarato’ europeo’, que nadie lo olvide, que nadie lo ignore.