El Milán, por su parte, en su lucha por el segundo puesto sufrió mucho más de lo previsto para derrotar en propio terreno al penúltimo Lecce, al que derrotó por un 2-0 llegado en los últimos instantes: el defensa suizo Senderos (m.91) e Inzaghi (m.93). El autogol de Isla (m.77), en el intento de cortar un pase de Ibrahimovic a Vieira, resolvió en favor del Inter un partido que no mereció verle vencedor, pues fue el Udinese quien, hasta entonces, había realizado mayores méritos para adelantarse en el marcador.
Pero al Udinese le faltó el remate final e, incluso, solicitó inútilmente una pena máxima por presunto derribo del meta Julio César a Quagliarella, en el minuto 35. El propio Quagliarella, en el minuto 52, dispuso de una clara oportunidad para romper el 0-0 inicial, pero vio como el defensa colombiano Ivan Ramiro Córdoba evitaba un tanto que los locales se disponían a cantar. Apenas tres minutos después, fue Inler quien estuvo cerca de adelantar al Udinese, pero remató fuera por poco. El Inter empezó a despertar con una clara ocasión de Stankovic (m.65), que falló con todo a su favor.
Pero, doce minutos después, la fortuna se alió con el Inter, que se puso con el 0-1 merced al autogol de Isla. A partir de ahí, pese a los intentos locales, el conjunto milanés del técnico portugués José Mourinho supo enfriar la contienda e, incluso, pudo aumentar su ventaja con el sueco Zlatan Ibrahimovic (m.93). Eso sí, dos minutos después, pudo empatar el Udinese, pero Obodo remató fuera. El Inter se llevó los tres puntos y acaricia el título, al sacar nueve puntos al Juventus.
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