El central, que lleva a buen nivel en el equipo cántabro las tres últimas campañas, se ha topado con un problema en forma de molestias musculares. Todo eso, además, se ha notado en su rendimiento deportivo, que ha descendido ligeramente respecto al de años anteriores. Pese a todo, afirma que se encuentra “bien” pero admite que le hubiera gustado “estar mejor” y que desea “terminar la temporada de la mejor manera posible”.
Garay ya piensa en blanco y como próximo zaguero del Real Madrid sabe que no será fácil hacerse un hueco peor espera poder conseguirlo: “Seguramente tendré mucha competencia. Se trata de un club muy grande donde todos los jugadores son muy buenos, pero bueno yo iré con muchas ganas y con la ilusión de tener mi oportunidad y saber aprovecharla”, dijo.
Pese a su inminente adiós a El Sardinero, asegura que lo dará todo hasta que se confirme su marcha: “En estos últimos partidos me entregaré al 100% y no estaré pensando en una posible lesión. Esta temporada me hubiera gustado estar mejor de lo que he estado, pero en ningún momento frenaré por miedo a lesionarme o algo parecido”, reflejó.
Una de las cualidades más destacadas en el zaguero durante su estancia en Santander ha sido su acierto desde el punto de penalti, una labor que este año se ha convertido en una auténtica pesadilla. Y es que ha errado tres penas máximas hasta que decidió dejar de lanzar penas máximas: “Es cierto que este año no he tenido suerte en las penas máximas, pero bueno después de esos tres fallos pensé que otro compañero lo haría mucho mejor”, explicó.
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