El Jefe de Cardiología de La Fe aboga por un control especializado para futbolistas

Tras la muerte de Jarque





El fallecimiento del jugador del Espanyol Daniel Jarque por un infarto ha puesto otra vez de actualidad el debate sobre la prevención de estas fatídicas situaciones en los futbolistas. El doctor Jose Anastasio Montero, que operó a finales de 2005 a Alfredo Di Stefano, tras sufrir éste en Valencia un infarto agudo de miocardio, señaló en declaraciones a la emisora autonómica valenciana Radio Nou que hay una serie de patologías poco habituales que es difícil que un médico que no sea un cardiólogo experto pueda predecir.

"Uno de los grandes problemas de los chequeos de los futbolistas es que no se hace un chequeo profundidad para valorar bien el corazón, ya que hay que valorarlo en tres niveles de exploración: hacer un TAC multicortes de última generación para valorar bien toda la morfología de la aorta y del ventrículo izquierdo, hacer una ecografía por un cardiólogo para valorar si tiene una displasia arritmogénica del ventrículo derecho y luego la prueba de esfuerzos y un electro, que sí que lo hacen", explicó. "Sería importante que un cardiólogo experto valorara esto y no que lo valorara el médico de medicina deportiva sólo, porque entramos en temas de diagnósticos difíciles, no son patologías frecuentes, son raras y tiene que ser un experto de un cierto nivel el que pueda detectarlas", añadió.

Entre estas patologías cardíacas que pueden padecer gente joven, Montero destacó que hay una que aparece en deportistas de elite, sobre todo en el baloncesto, que son los aneurismas de aorta ascendentes. "Otra patología muy importante que aparece son los de síndromes de hipertrofia del ventrículo izquierdo y otra patología que nosotros hemos trasplantado a gente joven es la displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Esas son las tres más frecuentes y luego aparece en gente joven otra patología que son las malformaciones coronarias, que pueden generar cuadros de angina", señaló.

El jefe de cardiología de La fe indicó que tanto las anomalías coronarias como las otras son de nacimiento y que normalmente no se expresan durante la infancia sino en jóvenes de entre la veintena y la treintena de años. "Cada vez se está poniendo más en evidencia que gente joven con unas condiciones externas normales o excepcionales se mueren en un campo de fútbol, y es porque creo que la medicina deportiva se queda un poco corta cuando se hacen valoraciones de síndromes complejos cardíacos. Ahí tendría que entrar en la valoración un cardiólogo y además de cierto nivel", concluyó.