¡As armas, as armas! entonaban los portugueses al principio del partido. Caras serias, concentración y las cámaras marcando de cerca a Cristiano Ronaldo, al portugués de oro que ha logrado eclipsar a todo un país. Pero las armas se quedaron en el vestuario.
El interior derecho no estuvo ni bien ni mal en la primera parte. Sus compañeros le buscaban pero a él no le salía nada, ni desbordes, ni regates, ni esas perlas de calidad a las que nos tiene acostumbrados. Hicieron falta 37 minutos para ver a ese jugador que está por encima del bien y del mal en el Manchester. Una falta directa la puso con su pierna derecha en el palo izquierdo de Demirel.
Tampoco los turcos tenían las armas preparadas. Emre estuvo espeso, y Nihat era el único que daba algo de profundidad a los de blanco incluso forzó un posible penalti en la segunda parte que la repetición reveló como piscinazo. Eso sí, los otomanos daban respuesta a cada ataque de los portugueses.
Pepe iba a ser la estrella, pero él no lo sabía. Avisó en la primera parte con un gol anulado por fuera de juego, y bien anulado, tras cabecear un buen centro de Simao. Fue contestado por Mehmet Aurelio con un buen tiro tras el pase de Altintop. Aurelio se ha logrado integrar en Turquía como lo ha hecho Deco en Portugal. Dos brasileños fuera de su patria regalando su fútbol a otros países.
Los portugueses hicieron las mismas faltas en la primera parte que veces cayeron en fuera de juego, seis. La defensa turca tenía bien tomada la medida a Nuno Gomes y a Simao que se echaban las manos a la cabeza una y otra vez.
En la segunda parte sí que sacó las armas algún portugués. El inédito Ronaldo -lo de C.Ronaldo ha desaparecido de su camiseta- tuvo alguna ocasión pero de sus botas sólo salían tiritos a las manos del portero del Fenerbache. Para una vez que no tiró y centró, Nuno Gómes puso la cabeza y el larguero evitó el gol.
Pepe seguía queriendo su minuto de gloria. Lo intentó con un pase largo, perfecto, al pie de Ronaldo que Balta se encargó de desbaratar. Pero en 61" llegó su momento. El central de Real Madrid llegó a España enseñando que sabe salir con el balón desde la cueva, como la hacía Hierro y como le gusta al publico de Chamartín.
En Portugal también sabe hacerlo. Un balón muerto en la frontal. Con un quiebro dejó a los dos centrales mirando a la grada y la pared de Nuno Gómez era una copia de las de Guti. La pizca de suerte que le hace falta a todo central que se queda sólo delante del portero también la tuvo Pepe. Su remate tropezó en el pie de Asik pero el destino quería ver goles y entró.
El partido quedó visto para sentencia. Nani sustituyó a Gómes pero no vio portería. Sólo atinó a ver los tacos de Aurelio en su pierna izquierda, en su tibia exactamente. Portugal se encogió tras la criminal entrada que sólo quedó en un susto.
Una contra de Portugal, de las que le gustan a Ronaldo sentenció definitivamente el partido. El del Manchester corrió la banda, se la puso a Moutinho en la frontal que de un toque sutil se la dejó a Meireles para hiciera el segundo.
Kofi Annan y las 30.000 almas de abarrotaban el estadio de Ginebra ya piensan en lo del principio. En si Cristiano hablará hoy, en si tomará la decisión que pare las rotativas de todo el mundo. De momento, el próximo miércoles tomarán de nuevo las armas porque llegan los checos y Portugal promete.
Ficha técnica:
2 - Portugal: Ricardo, Bosingwa, Pepe, Ricardo Carvalho, Paulo Ferreira, Joao Moutinho, Petit, Deco (Fernando Meira, m.92 ), Cristiano Ronaldo, Simao (Raúl Meireles, m.83) y Nuno Gomes (Nani, m.69).
0 - Turquía: Volkan, Hamit Altintop (Semih Senturk, m.76), Servet Cetin, Gokham Zan (Emre Asik, m.55), Hakan Balta, Kazim, Emre Belözoglu, Mehmet Aurelio, Mevlüt Erdinc (Sabri Sarioglu, m.46), Tuncay Sanli y Nihat Kahveci.
Goles: 1-0, m.61: Pepe. 2-0, m.93 : Raúl Meireles.
Ãrbitro: Herbert Fandel (ALE). Mostró tarjeta amarilla a los turcos Kazim, Gokham Zan y Sabri Sarioglu.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del Grupo A de la Eurocopa 2008 disputado en el estadio de Ginebra ante 30.000 espectadores, aforo máximo. Terreno de juego en buenas condiciones.
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