El empate ante Rumanía (0-0) ha desatado la primera revolución francesa dentro de la selección bleu. Uno de los pesos pesados del vestuario, el defensa del Arsenal William Gallas, ha sido el portavoz de las quejas de los veteranos de la plantilla, que piden más mentalidad ofensiva a Domenech. El asunto no es otro que forzar la titularidad de un Henry que no es ni la sombra del que alguna vez dicen que fue.
"No fue fácil jugar contra Rumanía, se cerraron atrás y no dejaron espacios, pero debimos jugar más rápido", dijo Gallas. "Disputamos el partido con el freno de mano puesto y no puede ser. Tal vez deberíamos cambiar nuestro estilo de juego a uno de más control para desestabilizar a los adversarios. Es importante defender bien, por supuesto, pero hay que acelerar en ataque. Necesitamos puntos, necesitamos victorias y para eso hay que asumir ciertos riesgos", finalizó Gallas poniendo a Domenech en la picota. Y todo, para que Anelka, un jugador que no es bienvenido en el seno del vestuario Bleu, deje su lugar en el once inicial a Henry, el futbolista que maneja al grupo con sus decisiones y que tira de veteranía para tener una ascendencia enorme sobre todo cuanto sucede en la concentración.
El del Arsenal quiso reseñar también que "no entiendo por qué nuestros aficionados nos abuchearon tras el empate, no lo había visto nunca y me resulta imposible entenderlo. Sabemos que podemos jugar mejor y eso vamos a hacer, pero no perdimos y por eso no debemos estar preocupados".
DEJA TU COMENTARIO