Ataque contra ataque





Soltado el lastre histórico de cuartos hoy toca jugar la semifinal ante Rusia. Los de Hinddink despertaron tarde en esta Eurocopa, pero a tiempo para el convite. España la dejó en ayunas el día de la presentación, en el que Villa se dio un atracón con el primer plato. Y lo hizo al contraataque tras 20 minutos de pulso. Un partido que puede servir de referencia al de hoy o, por lo menos, así lo piensa Luis Aragonés, que basa su ilusión en que Rusia ataque y España contraataque.

Tenemos la sensación que ese 4-1 nos respalda. Es un grave error. Esta Rusia tiene fútbol, ha recuperado el ritmo, tiene referentes y llega fresca. España le aventaja en dos cosas: experiencia y competitividad. La segunda de esas ventajas reduce su efectividad sin capacidad física; aunque la experiencia puede equilibrar ese déficit con buena colocación, táctica acertada y definición.

El propio Onopko avisa de que no vamos a encontrarnos con la misma Rusia del primer día. No hace falta que el ex jugador de la Liga española nos precipite a tal conclusión. La clave, sin lugar a dudas, va a estar en quien ataque y en quien contraataque. El primero que se adelante en el marcador puede tener mucho ganado, porque el contraataque es el arma que rusos y españoles mejor manejan.

Los onces y el amarillo

Luis mantiene su once que ya todos recitamos de carrerilla. Pero le fastidia sólo una cosa, el color de la camiseta que lucirán sus jugadores. Aunque le intenten convencer de que es color oro o de color mostaza, él dice que no, que es amarillo y que el amarillo da mala suerte. Ojalá que a partir de hoy cambie su pensamiento, sobre todo después de que su próximo equipo, el Fenerbahce, mezcle en su camiseta rayas negras y amarillas, ni oro ni mostaza, a-ma-rillas.

Hinddink no podrá utilizar su once de gala, principalmente porque quizá su mejor jugador Pogrebnyak se lesionó antes de empezar el torneo. Eso sí, no se hagan ilusiones, porque tienen a unos tales Pavliuchenko y Arshavin a los que hay que dar de comer a parte. Las bajas por sanción son dos titulares habituales, el central Kolodin y el centrocampista Torbinski. Además, es duda hasta el último momento Saenko.

De menos a más

Los rusos comenzaron mal este torneo tras atragantársele el primer bocado. Pero le sirvió para que Grecia le abriera el apetito. Los helenos les dieron motivos de creer que tenía un estómago más grande del que pensaba. Un tal Pavlyuchenko engordó su nombre con dos goles ante los helenos. El postre fue en coro ante Suecia, día en el que un tal Arshavin, castigado en los dos primeros platos, movió a su equipo para ganarse un sitio en siguiente festín de ocho comensales: los cuartos.

Ahí explotó la Rusia de todas las Rusias. Se medía ante la rescatada ”˜Naranja Mecánica”™, pero los rusos se bebieron todo el zumo de un trago y sin necesidad de eructar. Lo hicieron dejando pasmaos a los holandeses, y a los que no eran ”˜tulipanes”™, a base de talento individual, frescura ofensiva y poderío físico. Rusia pasó de ser un rival menor a ser un contrario exquisito, al que le gusta jugar al fútbol.

Y eso esperamos ver hoy. Primero, que gane España y alcance la final; segundo, que sea un grandísimo partido de fútbol. Los ingredientes están.

Alineaciones probables:

España: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna; Iniesta, Xavi, Silva; Villa y Fernando Torres.

Rusia: Akinfeyev; Anyukov, Ignashevich, Shirokov, Shirkov; Zyryanov, Semak, Shemchov, Bilyaletdinov; Arshavin; y Pavlyuchenko.

Arbitro: Frank De Bleeckere, de Bélgica.

Estadio: Ernst Happel.

Hora: 20.45

TV: Cuatro