Los supositorios culés de la semana

El Infiltrado trae las barbaridades que se dicen del Madrid en medios catalanes





1.  La eterna obsesión de la cantera

La masiva venta de jóvenes futbolistas del Real Madrid este verano ha servido para que algunos saquen pecho por la cantidad de millones que ha ingresado la junta de Florentino. O sea, que el trabajo con la cantera sirve, principalmente, y hasta que nadie demuestre lo contrario, para  hacer dinero, no para nutrir al primer equipo de canteranos. ¿Es ese el objetivo de la costosa e imponente estructura del fútbol base?

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Barça y Real Madrid son vasos comunicantes en casi todo, pero resulta asombroso cómo manejan la cantera unos y otros. Son la noche y el día. El Barça fabrica 'balones de oro' y el Madrid los compra.  Han de pasar muchos años para que el Madrid pueda ponerse a la altura del Barça.


 

Respuesta del Infiltrado: Es difícil de entender cómo los lectores catalanes que leen estos medios no se cansan todo el día del mismo tema. La prensa pro-culé no deja de repetir incesantemente la misma cantinela, como si por hacerlo sus afirmaciones fueran a convertirse en verdad. No contentos con haber gastado más de 400 millones de euros en los últimos cinco años, se permiten presumir de que ellos fabrican 'Balones de Oro'. Y todo porque ha dado la grandísima casualidad de que han sacado a Messi, Iniesta y Xavi en la misma generación. Lo que no dicen es el dineral que se han gastado en recuperar a canteranos a los que despreciaron hace años, como Cesc o Jordi Alba. ¿Eso también es apostar por la cantera? ¿Villa, Alexis, Song, Alves, Mascherano, Adriano o Afellay también son de la Masía?

 


2.  Problemas solo en Madrid


Es imposible tapar el sol con un dedo y, al final, los rayos han dado paso a la tempestad. La tristeza de Cristiano, una caja aún sin cerrar, es pecata minuta comparada con las últimas escenas protagonizadas por los pesos pesados españoles. Ver a Casillas cabizbajo y sin celebrar los goles de su Real Madrid o escuchar al central cuestionar la preparación física del equipo han destapado la caja de los truenos del vestuario merengue. Me consta que a Ramos y a Iker les molestó de forma especial la mención de su técnico a las “cabezas poco comprometidas que no tienen el futbol como su prioridad”. Esa mención explícita a ciertos aspectos extra deportivos llevaba ímplicita una carga de irresponsabilidad por la que se sintieron señalados. Mourinho disparó, puso en marcha la lavadora y lo centrifugó todo de forma frenética. Metió el dedo en lo más profundo de la llaga: la profesionalidad. Dedicado sin cariño a los que no corrieron ante el Getafe y el Sevilla, a los que viven intensamente la vida, a los que no están tristes y quizá sí demasiado contentos. Ahí les dolió. Y les duele. A Sergio le sentó en el banquillo ante el Manchester y Casillas se abrazó a su malhumor en los tres goles. A los intocables les tocó algo más que la fibra.

 

Respuesta del Infiltrado: Más quisieran en la prensa catalana. El Real Madrid ya ha conseguido darle la vuelta a la tortilla y su querido Barcelona ya no es el mejor equipo de España. Por eso, recurren a la inventiva para intentar desestabilizar al gran rival; aprovechando cualquier detalle mínimo para hacer de él una bola de nieve. Barceló se hace la sabionda, como si conociese el vestuario merengue mejor que el propio Mourinho y habla de cisma en el Bernabéu. Lo sorprendente de todo es que se atreve a dar esta versión justo en la semana que su adorado Messi humilló a Villa por no haberle dado un balón. Bajo su regla de tres, al asturiano el comportamiento del argentino le ha tocado algo más que la fibra...


3.  Llorando con anticipación


Prepárense para una nueva temporada tremenda, especial, en la que las actuaciones de los colegiados pueden dejar en nimiedades actuaciones como las del Betis-Madrid, Valencia-Madrid, Valencia-Barça o Rayo-Madrid de la pasada temporada, por coger tres ejemplos al azar. El guirigay que están montando a propósito de la lealtad mostrada por Rosell hacia Catalunya puede tener un coste altísimo. Guruceta, Ortiz de Mendívil, Díaz Vega o Megía Dávila pueden quedar en auténticos aprendices. Como muestra, un botón: Fernández Borbalán repitió ayer arbitraje en el Rayo-Madrid, después de esquilmar a los rayistas la pasada temporada. Mateu Lahoz ya ha pitado un clásico y repite contra el Barça en Sevilla. Y, por si faltaba alguna calamidad, el Barça-Madrid de Liga es para Delgado Ferreiro.

 

Respuesta del Infiltrado: 27 de septiembre y ya están llorando sin motivo. Y lo peor de todo es que asocian supuestos perjuicios arbitrales futuros a la implicación de Rosell en el intento de independencia catalana. Como si en el resto del fútbol español se les fuera a hacer pagar su apoyo político a esta reivindicación, la prensa culé ya empieza a alimentar las conspiraciones al respecto. Lo curioso es que no dicen nada de la ayudita que tuvieron, por ejemplo, en Pamplona, cuando Messi marcó a pesar de un fuera de juego clarísimo de Alexis. Ya sabemos qué excusa van a utilizar si, en los próximos partidos, al Madrid le diera por remontarle puntos a su equipo en la Liga...

 


4. Desesperados por fracturar el vestuario merengue


El vestuario del Madrid recuerda más a una acampada de indignados que la sala de deliberaciones de un equipo compacto. Todas las brechas que se manifiestan en el vestuario blanco tienen su contrapunto en el colectivo blaugrana. Esta semana le va de perlas a Tito para refrescar las piernas de sus hombres y también a Kaká, al que le dejaron ser la estrella del disputadísimo torneo Bernabéu (8-0). El mejor chiste del día H.

 

Respuesta del Infiltrado: Cómo se nota que el próximo Clásico está a la vuelta de la esquina. Ya no saben qué hacer para desestabilizar al Madrid, el equipo que les ganó la última Supercopa dándoles un baño de escándalo en el Bernabéu. Por eso, recurren una y otra vez al tema de los problemas en el vestuario del Real Madrid. No debieron ver el encuentro ante el Manchester City, cuando la plantilla demostró lo unida que está al celebrar como una piña el gol de Cristiano Ronaldo. O la foto del portugués con Casillas tras el partido de Vallecas. Simples habladurías, rumores que solo se creen los más cándidos o los culés que se ilusionan pensando que su gran dolor de cabeza, el Madrid, tiene problemas.

 


5. Inventando guerras en Concha Espina

 

El núcleo duro de españoles se ha fijado como objetivo que José Mourinho no se coma el turrón. El último enfrentamiento con Sergio Ramos fue mucho más duro de lo que la gente piensa. El defensa sevillano atacó al técnico de manera desmedida cuando se enteró que sería suplente ante el City. Una situación que ha provocado una declaración de guerra del clan de los nacionales cuyo objetivo es amargarle la vida hasta que se vaya. Y a ser posible, cuanto antes. Los portugueses nada tienen que ver en esta guerra, en todo caso son víctimas de la equivocada política de Mourinho que se refugia en ellos para hacerse fuerte ante la postura inflexible del grupo capitaneado por Casillas y Sergio Ramos. Excusar de los fallos a sus compatriotas y resaltar o achacar los errores siempre a los españoles es el centro de esa sórdida declaración de guerra, que en el club observan absortos ante el silencio de Florentino Pérez.

 

Respuesta del Infiltrado: Son ya 26 meses de Mourinho en el Real Madrid y en pocos no ha habido historietas de este tipo lanzadas desde la prensa catalana. A pesar de lo que intentan hacer creer, en Can Barcelona temen a Mourinho. Por eso, no dejan de intentar generar crispación en el club blanco para ver si consiguen que el portugués abandone el banquillo. Pero cuanto más lo buscan, más firme está Mourinho en el banquillo y más unido el vestuario. Su eterno argumento es decir que el técnico y los españoles tienen una mala relación, pero nada más lejos de la realidad. El entrenador ve a los suyos como un equipo, como un grupo, y no distingue por nacionalidades. Si tiene que criticar su trabajo, lo hace con todos por igual. Y lo mismo si tiene que alabarlo. Por eso, una temporada más suena a absurda la teoría de que los españoles quieren echar a su entrenador. Saben que todos están en el mismo barco y solo juntos van a seguir logrando éxitos, como han hecho hasta ahora. Así que se preparen en Barcelona, porque Mourinho tiene contrato hasta 2016 y no se irá hasta que no complete una trayectoria histórica en el club.