Cada vez que el Real Madrid ha bajado al barro y le ha puesto, con perdón, los mismos o más huevos que el Atlético de Madrid, ha conseguido llevarse la victoria en el derbi. En los últimos años, el equipo del Manzanares ha cambiado de mentalidad, mérito de Simeone. El Atlético parece, salvando las distancias, un conjunto dirigido por Mourinho. Orden táctico, buena defensa, desquiciar al rival y aprovechar las ocasiones son las normas básicas de este Atlético.
¿Cómo se le puede competir? Jugando de una forma similar. El secreto del Atlético, además, es su capacidad para jugar en bloque, para ser un equipo. Si el Real Madrid es un equipo, pone el alma en el campo y tiene una pizca de suerte estoy seguro de que los tres puntos se quedarán en el Santiago Bernabéu. Porque en cuanto a calidad, los blancos están muy por encima del Atlético y casi de cualquiera.
Pese a todo, resulta preocupante el tema del equilibrio perdido a partir de la media hora en Anoeta. En el derbi queremos ver los primeros compases ante la Real durante 90 minutos. Pero a este Real Madrid todavía le queda un tiempo en el horno, no está todavía al punto. Los cambios han provocado que haya que empezar casi de cero. Eso es lo que más miedo da. Confiemos en que lo ocurrido en Anoeta quede en nada y que en el derbi el equipo sea una máquina bien engrasada.
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