En Almería, el Real Madrid naufragó hasta que los andaluces se vinieron abajo. El equipo ganó 1-4 y terminó el partido dejando buenas sensaciones. Pero no se puede obviar en los análisis que durante 70 o 75 minutos el equipo almeriense puso a los blancos contra las cuerdas (exagerando un poco). Se pueden hacer dos diagnósticos para lo que le está pasando al Real Madrid en los últimos partidos: está notando el cansancio o está notando las bajas. Me inclino a pensar lo segundo viendo que Ancelotti sigue apostando por los mismos jugadores partido tras partido.
Si fuera cansancio, creo que el italiano tendría dos dedos de frente para rotar más en los momentos en que puede hacerlo. El pequeño bajón en el juego del Real Madrid ha llegado desde la lesión de Modric, más o menos. El croata era uno de los motores del centro del campo, hacía jugar al equipo y se repartía el esfuerzo en la medular con Kroos, más quemado ahora que el balcánico está en la enfermería. Por si esto fuera poco, la magia y el trabajo que aportaba James se perdió de cara al duelo de Almería. Por suerte, estaba Isco y su versión todoterreno. Hay que quitarse el sombrero con el malagueño. Pero no es lo mismo jugar con un jugón cerca del área rival que hacerlo con dos. Se nota en el equilibrio y en el ataque.
Precisamente en el plano ofensivo hubo dos cosas que no me gustaron en Almería: la ansiedad de Cristiano Ronaldo por marcar y los varios errores de Bale. El portugués es ambicioso y siempre quiere marcar, y eso es bueno siempre y cuando vaya en beneficio del equipo. Si la ansiedad va contra el equipo no es para nada positivo. Respecto al galés, tiene que aprender a levantar la cabeza más y mejor. El Real Madrid pudo matar el partido en Almería antes de lo que lo hizo y no pasó por no aprovechar las ocasiones. Aun con fallos, el equipo ganó y ya van 20 partidos seguidos. Ancelotti tiene que seguir limando esos pequeños detalles, pero lo cierto es que la temporada pinta muy bien. Seguir ganando y, a ser posible, mejorar la fluidez del juego de los últimos partidos, deben ser los objetivos. Y a volver del Mundial de Clubes con 22.
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