El Real Madrid ha demostrado que, con las líneas más unidas y la defensa más organizada, se ha ganado en seguridad. Eso sí, sigue faltando ese toque de brillantez que dé el salto de calidad, pero a estas alturas de la película, teniendo en cuenta la que está cayendo, hay que ser prácticos, hay que seguir consiguiendo resultados y hay que continuar trabajando para recuperar la confianza y no pensar en la vistosidad de cara a la galería. Pero que nadie se confíe porque el Real Madrid ha ganado a dos equipos, Recreativo de Huelva y Bate Borisov, que son de un perfil bajo. Por tanto, hay que huir de las auto-confianzas que regalan los puntos. Teniendo en cuenta que las victorias son el mejor bálsamo para la felicididad en el fútbol de élite, los blancos han de seguir en esa línea de trabajo y tranquilidad para devolver la calma al equipo y que llegue con garantías a la cita de diciembre contra el FC Barcelona para que los dos equipos se la jueguen a cara o cruz en el clásico de la Liga.
Sin embargo, no todo es fácil para Schuster desde hoy: el “problema” vuelve esta jornada con la recuperación de Cannavaro. El italiano ya estará disponible para lo que el míster quiera y surge una buena pregunta: ¿será capaz Schuster de cambiar a una defensa que, en los últimos 180 minutos, no ha encajado ningún gol? Todos sabemos que Cannavaro es un hombre que lo ha ganado todo –Balón de Oro, Copa del Mundo, Scudetto, Champions League-, es decir, que es uno de esos jugadores con peso específico y complicado de relegar al banquillo. Pero también es uno de los jugadores que cambia el equipo: hemos visto un equipo tirado hacia adelante, con desparpajo y con llegada desde la defensa que, con la entrada de Cannavaro, volvería a echarse hacia atrás. Con el transalpino el equipo juega más arropado sobre el área y su entrada trastocaría la defensa que tan buenos resultados ha dado. Con Ramos, el equipo adelanta más las líneas.
Este fin de semana llega una buena prueba de fuego para Schsuter. En Getafe el alemán tiene la pelota en su tejado para comprobar si apuesta por la efectividad de la juventud o por la veteranía de un equipo más aculado hacia su portería. Hasta el sábado queda todavía tiempo para que el alemán se decida por una u otra opción. Bernardo, que no te tiemble el pulso.
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