Siete de diciembre 2008... histórico oiga





Pues lo parece, porque entonces no se explica como un día 7 de diciembre un entrenador del Real Madrid pudo decir: que ganar en el Camp Nou es hoy por hoy imposible. Una “pregunte mes”: ¿Sigue Schuster siendo entrenador del primer equipo del Real Madrid? Seguro que sí, ya que como dice Eduardo Torrico en el Real Madrid actual, a pesar de los pesares: no pasa nada.

Y es que el domingo pasado será histórico, porque desde primera hora de la mañana y hasta la conferencia de prensa de Bernardo Schuster, todo lo que sucedió fue de bochorno. La asamblea más que nunca ordinaria demostró que Calderón ha perdido los papeles y sigue perdiéndolos si Schuster sigue en el puesto. Ganó a los puntos con los números en la mano, pero perdió muchas papeletas para seguir al frente de un club con el señorío que dicen que tiene el Real Madrid. No puede ni debe seguir en el sillón si mantiene las posturas de los últimos días.

El presidente del Real Madrid y sus colaboradores mantienen que ellos no llevaron a los Ultras a la Asamblea y yo lo dudo, bueno lo dudo yo y el resto de socios y aficionados del Real Madrid. La asamblea blanca fue negra, negrísima no sólo por la presencia de esos intimidadores cobardes que se amparan en el grupo para atemorizar al más valiente de los que estuvieron en la asamblea, lo fue también por como la llevaron los colaboradores. El 'moderador' cuyo nombre conozco y no quiero acordarme, se comportó como un tirano (dicho de una persona: que obtiene contra derecho el gobierno de un Estado, especialmente si lo rige sin justicia y a medida de su voluntad) no permitió en ningún momento expresarse a los compromisarios que estaban en contra de la actual junta directiva. Sin embargo si que hizo oídos sordos a las alabanzas por ejemplo, de 'Toñín el Torero' y de otros que por supuesto, no han salido en los medios de comunicación.

Permitió la junta directiva de Ramón Calderón, que desde la tribuna de observadores se insultara a todo aquel que criticase a Ramón Calderón y a su gestión. Los Ultras se comportaron como lo que son: unos cafres (bárbaros-crueles). No respetaron ni a jóvenes ni a mayores. Ni a flacos ni a gordos. Ni a los hijos de santa ni a los de puta. Sólo aceptaron en silencio el discurso de Calderón y los apoyos desde el atril de aquellos que sí estaban de acuerdo con el presidente, lo demás. Antimadridistas. ¡Qué bobos! Ellos y los que les permitieron campar (dicho de los animales salvajes: salir de sus cuevas o manidas y andar por el campo) a sus anchas por la asamblea. Para colmo de los colmos, el presidente metió en el mismo saco a los Ultras y a los periodistas, como si nosotros los medios de comunicación, fuéramos también Ultras. Por ahí no D. Ramón, por ahí no. Cada día estoy más convencido de que el Real Madrid debe ser una S. A. (Sociedad Anónima) Total, para lo que pintan a veces los socios.


En resumen: la asamblea que sólo era para aprobar o suspender los números, se convirtió en un “número” vergonzoso por todas las partes, pero sobre todo por parte de la junta directiva que preside Ramón Calderón que permitió a unos y otros casi llegar a las manos…Y a todo esto, D. Alfredo Di Stéfano presente. Qué vergüenza.