Un cero en pelotas





Mañana miércoles, seguramente muchos analistas apunten como la clave de la eliminatoria el ‘repaso táctico’ de Benítez en los banquillos, pero creo que eso sería simplificar bastante la realidad. Y es que, si bien el Liverpool actual ha dado muestras de ser un equipo infinitamente más trabajado que este Madrid, de eso no tiene la culpa Juande Ramos precisamente.

Cinco años lleva cayendo el conjunto blanco en la Champions, que coinciden con los dos años del colapso galáctico (que acabó con Florentino Pérez dimitiendo del cargo), y con estos tres del mandato de Calderón que no han servido para reconducir la nave, ni mucho menos. En este mismo lustro del que hablamos, Rafa Benítez ha hecho una plantilla a su medida con casi todos los recursos posibles, mientras que el Madrid ha contado con siete entrenadores y cinco presidentes. Así, no es de extrañar que los ‘reds’ sean un equipo bastante más trabajado. Afortunadamente y para que esto cambie, el club blanco tiene este verano otra oportunidad de elegir a un nuevo capitán que sea capaz de implantar en esta nave un proyecto deportivo estable y acorde con el presupuesto y la historia de este club. Esto implica, entre otras muchas cosas, contar con jugadores de primer nivel mundial capaces de dar la cara en los momentos importantes además de promesas para el futuro, que es algo que siempre he alabado del proyecto de Mijatovic pero que se ha demostrado que queda cojo si no se acompaña de ‘cracks’ que sirvan de referencia.

Y es que es inevitable pensar que con otros jugadores a lo mejor se podía haber hecho algo más esta noche en Anfield. Porque algunos futbolistas como Gago, Robben e Higuaín, que se desenvuelven de maravilla en la Liga, han demostrado que la Champions aún les queda muy grande. Pero no me refiero precisamente a su calidad, que la tienen, sino porque se hicieron pequeños nada más salir del túnel de vestuarios, al igual que el resto del equipo. En noches como esta hay que sobreponerse a todas las dificultades del entorno, y es ahí donde se comprueba la valía de los jugadores. Hoy había que ganar al Liverpool como se gana en Tercera Regional: corriendo, presionando y achuchando al rival más de lo que él se pueda afanar contigo. Sin embargo, todos se vieron abrumados por el comienzo del Liverpool, y no hubo nadie que le echara pelotas al asunto, y eso es lo que más duele de todo. Porque si el Liverpool ganó, fue principalmente porque se comió al Madrid, porque tenía diez veces más ganas que los blancos y porque cada jugador suyo mordía literalmente a su par en el campo. Por eso hicieron dos ocasiones claras en los cuatro primeros minutos, por eso metieron un gol nada más salir del descanso… por todo esto y lo anterior, en definitiva, su táctica funcionó mejor que la del Madrid