Puede ser más o menos agresivo con sus palabras pero Mourinho dice lo que piensa en cada momento, eso sí, sin faltarle el respeto a nadie. Que yo sepa, al menos, el portugués no ha insultado a nadie. Bueno sí, decirle “vete a la mierda” a un árbitro igual es un insulto, aunque tan light para lo que se escucha por los campos de fútbol que parece muy poca cosa.
En estas aparece Manolo Preciado como un elefante en una cacharrería. Yo tenía a este buen señor como un tipo cortés, descarado y, sobre todo, con educación. Creo que me equivoqué. Si el señor Preciado piensa que Mourinho se ha equivocado tiene dos opciones: decirle a la cara todo lo que piensa o arremeter futbolísticamente contra él. Lo de llamarle canalla a los cuatro vientos y decir eso de “¿quién coño es Mourinho?” suena desagradable y, si me apuran, grotesco y barriobajero. No va a pasar, pero yo desde aquí pediría una sanción económica para Manolo Preciado por fomentar la violencia y utilizar ese lenguaje despectivo. Si a Rudy Fernández le multaron con 25.000 dólares porque ¡su agente! dijo que no quería seguir jugando para Portland, ¿cuánto habría que meterle a Preciado por sus lindezas? La pena es que estemos tan lejos de los americanos en aspectos tan sencillos como el sentido común.
PD1: Si los dirigentes del Real Madrid de baloncesto se están pensando dejar la Caja Mágica para irse al Madrid Arena sólo decirles una cosa: mejor mañana que pasado.
PD2: También podéis seguirme en Twitter.
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