¡Hay que quitarles la careta!

Una vez leído y escuchado lo que han manifestado los diferentes actores que protagonizaron el choque, hay algunas cuestiones y declaraciones que me han dejado perplejo por muchas veces que las escuchara y las intentase analizar desde un punto de vista objetivo, evidentemente no lo he conseguido, por eso creo que hay que empezar a quitarles la careta a algunos personajes, sobretodo a los más afines al barcelonismo y que con tanta falsedad y caradura han actuado y se han manifestado durante los últimos días en contra de nuestro club, y de forma especial contra nuestro entrenador, aunque no han sido los únicos, otros teóricamente más afines a los colores del Real Madrid también me han defraudado muchísimo.

Creo que debo ser honesto y reconocer que tal y como hice en algún artículo anterior, hace ya bastantes meses, Mou en un principio no era santo de mi devoción, fundamentalmente por cuestiones futbolísticas y algunas otras de comportamiento, pero también tengo que reconocer que este hombre con el paso del tiempo me ha ido ganando poco a poco, hasta el punto de que creo que es de lo mejor que le ha pasado al Real Madrid durante los últimos años. Por eso me fastidia que se le esté criminalizando por activa y por pasiva, no se le perdona una.

Cierto es también que lo del famoso “dedito” no estuvo bien, es reprochable, pero todos no equivocamos y a veces también se nos va “la pinza”, por lo tanto las críticas se aceptan hasta cierto punto. No se pueden llenar horas y horas de programas, y hojas y más hojas de diarios con la única intención de hacer daño a Mourinho, pero sobre todo al Real Madrid. No nos engañemos, a nuestros enemigos no les interesa que el Real Madrid tenga un entrenador durante más de una temporada, tampoco les interesa que nuestro equipo haya parado a su Barça durante la pasada temporada y que ahora, en el transcurso de dos partidos en tres días, el Real Madrid haya sido superior futbolísticamente a ellos. Porque ¿a cuántos de ellos los hemos escuchado hablar de fútbol, de táctica y de estrategia? A muy pocos, por no decir a ninguno.

No les interesa hablar de fútbol, sólo de cuestiones más cercanas a los programas basura, que a lo que nos debe ocupar que no es otra cosa que el fútbol. Perdonad que me haya ido un poco por las ramas, pero es que hay cosas que indignan, sobretodo el silencio de muchos ante las continuas provocaciones de jugadores como Villa, Iniesta, Alves, Xavi, Piqué y Messí por poner un ejemplo. Ahí es nada, más de la mitad del equipo que, según ellos, es un ejemplo a seguir. Su entrenador es otro buen ejemplo de la falsa humildad. Según él, ellos tenen un comportamiento excepcional, esto será cuando todo le viene de cara porque sino, sólo hace falta tirar un poquito de hemeroteca y ver lo que hizo ante el Almería, o en Champions ante un equipo danés, o la facilidad de algunos de sus jugadores para expulsar saliva delante del entrenador contrario o bien empujando a un rival después de marcar, como fue el caso de Messí a Coentrao.

Esto sólo son algunos ejemplos de los que podemos poner, pero que me temo que con el paso del tiempo deberemos de ir recordando más de uno, porque ya está bien que los malos sean siempre los mismos, sin que ellos ni su prensa afín haga el más mínimo atisbo de autocrítica. Encima, para colmo, parece que generen (salvando las distancias) un cierto síndrome de Estocolmo. Hay personas teóricamente objetivas, y que en la práctica no lo son, que les dan la razón y que no quieren ver que siguen intentándonos engañar. Ellos lo que proponen es una forma de pensar y de estilo muy cercano al pensamiento único, y lo que sea discrepar y diferir de los que es su “ Biblia” de actuación, es poco menos que un pecado, una absoluta inmoralidad.

Pues bien, tenemos que decirles que ¡no! ¡Que ellos no tienen la razón absoluta! ¡Que ellos hacen muchas cosas mal y que su comportamiento deja mucho que desear! ¡Ah! y sobretodo, que el tiqui taca ya ha visto su fecha de caducidad y tienen que empezar a digerirlo. Mientras tanto el Real Madrid esta haciendo un búnker técnico-futbolístico inexpugnable, que va por muy buen camino, difícil de romper y que con la unidad de todo el madridismo, intentando ser torpedeada desde muchos frentes, puede llegar a ser la envidia de todo el mundo, como hemos sido durante muchos años.