Sin querer analizar más las palabras del holandés, ya que se descalifican por sí mismas, de lo que sí estoy convencido es que a todo el mundo le interesa para bien o para mal lo que diga nuestro entrenador por varias razones. La primera es por su capacidad de análisis futbolística y de estrategia, la segunda es por la visión social que tiene de todo lo relacionado con el mundo del fútbol español y europeo y, en tercer y último lugar, porque es el entrenador del Real Madrid, el club más glorioso de la historia tal y como hemos dicho y continuaremos comentando en innumerables ocasiones.
Pero más allá de esto, parece ser que a quien más le importan las declaraciones de Mourinho y sus decisiones es a la prensa afín al Barça. Es extraño esto, ya que, en mi opinión, a los que más nos debería ocupar es a los que somos madridistas, ya que nosotros normalmente pasamos bastante de ellos a no ser que mantengan una compaña orquestada y sistemática contra nuestro club, como por desgracia está pasando en los últimos tiempos, cosa que hace que no tengamos más remedio que defendernos y pasar al ataque.
Uno al final llega a la conclusión de que somos imprescindibles para ellos. Su razón de ser es el Real Madrid, ya que no pueden pasar ni un día sin criticar algo nuestro, ni dejar pasar la más mínima ocasión para soltar sandeces como esta última del holandés. Solo hay que mirar cualquier titular de la prensa afín al equipo culé y darse cuenta de que siempre nos tienen en mente, pero no precisamente para bien sino para todo lo contrario, atizarnos sin pies ni cabeza.
En el fondo creo que no es del todo malo que hablen tanto de nosotros, ya que esto significa que siguen sin superar su principal trauma: la madriditis.
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