"Me hubiera gustado que Mourinho nos hubiera felicitado tras eliminar al Manchester", dijo el sevillano; quizás no haya sido el mejor momento para soltar semejante frase, ni siquiera el lugar, pero lo que está claro es que si se alaba la sinceridad de Mou, no se debería criticar la de Sergio Ramos. El central dijo lo que pensaba, sin pensar en las consecuencias, sin intención de ‘incendiar' o de malmeter contra su entrenador.
Parece claro, que la relación entre ambos es estrictamente profesional, pero ha quedado claro en más de una ocasión que ambos se respetan en el vestuario. Ramos y Mourinho no se irán a cenar cuando el portugués finalice su etapa en el banquillo merengue, pero tampoco se tirarán los ‘trastos' a la cabeza mientras convivan bajo el mismo techo, bajo el mismo vestuario.
Por ello, convendría que el madridismo no alimentase el fuego de la polémica, creado por la prensa pseudo madridista. Sergio Ramos no dijo nada fuera de lo normal, y si habló por boca de muchos madridistas, que se sintieron decepcionados con las palabras de Mou tras la hazaña de Old Trafford.
Nadie esperaba unas palabras eufóricas, pero sí de felicitación por haber conseguido eliminar al líder de la Premier League, a un equipo histórico que ha llegado a 3 finales de Champions en los últimos años y al que casi nadie ha ganado en su estadio esta temporada. Mou no quiso darle ‘jabón' a su equipo, y él mismo explico sus razones: "No me gusta felicitar a mi equipo si no lo merece. Además, llegar a cuartos de final en el Real Madrid es casi una obligación", dijo con acierto.
El portugués no considera un mérito pasar a cuartos de final; está acostumbrado a ganar, a llegar a finales y el mismo sabe que en el Madrid no vale para nada un éxito parcial. Los madridistas sólo contabilizan títulos a final de temporada, no triunfos parciales. ¿De qué vale el pase en Old Trafford si ahora el equipo se relaja ante el Galatasaray? Eso es, precisamente, lo que buscó Mourinho con sus declaraciones. Evitar relajaciones.
No cabe, por tanto, la crítica ni a unos ni a otros. El madridismo debe estar unido. Quedan dos meses apasionantes en los que se pueden levantar dos títulos, y es momento de apoyar y no de dividir, es momento de estar con Mourinho y con Ramos, con Casillas y Diego López, con Benzema e Higuaín y con Cristiano. En definitiva, es momento de estar al lado del REAL MADRID.
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