El Real Madrid se estrena ganando con lo justo

Después de una pretemporada atípica, con un calendario muy apretado a consecuencia de las pasadas victorias en la Liga de Campeones y la Copa del Rey, el Real Madrid afrontaba la primera jornada del campeonato de Liga ante el Córdoba con el objetivo de ganar, convencer y empezar a mostrar algunas de sus armas en la pelea por el campeonato nacional.

Después de ver que Casillas había jugado los tres partidos importantes disputados en agosto, el debate de la portería apenas tenía fuerza para este estreno. James y Kroos empezaron de inicio, y la ‘BBC’ también tuvo su cuota de protagonismo. Esto es, no hubo grandes sorpresas en la primera alineación liguera de Ancelotti.

Sólo habían pasado cinco minutos de partido y el árbitro del encuentro, Gil Manzano, ya le estaba haciendo la primera fechoría a los blancos. Cristiano Ronaldo era empujado dentro del área por Crespo. Penalti bastante claro menos para el árbitro, que o no lo vio o no lo quiso ver. Cristiano se enfadó. Y con mucha razón.

El Córdoba tuvo 20 minutos de gasolina que le sirvieron para mantener más o menos controlado al Real Madrid. Siempre dentro de un orden. Los blancos eran los claros dominadores de la pelota, con una posesión cercana al 70%, pero sin ocasiones claras. Poco a poco, aprovechando el desgaste del Córdoba, el equipo blanco se fue creciendo y atacando más arriba. En el minuto 18 Cristiano Ronaldo volvía a probar al portero visitante con un remate algo centrado que sacó con dificultades.

Pero iba a ser en el minuto 30 cuando llegaría el primer gol del Real Madrid en esta Liga 2014-15. Iba a ser de córner y anotado de cabeza por Benzema, una ecuación muy poco frecuente en el equipo madridista. Karim estaba necesitado de marcar, pues no  veía portería con el equipo blanco desde que le marcara al Bayern de Múnich en el mes de abril. Además, el remate de cabeza entró por toda la escuadra. Un gol que hubieran firmado cabeceadores del nivel de Santillana, Zamorano o el propio Cristiano Ronaldo.

La segunda parte nos iba a mostrar a un Real Madrid más cansado y con una velocidad de balón inferior. De hecho, en algunos tramos de este segundo acto fue el Córdoba el que mandaba. El desgaste del doble partido de la Supercopa frente el Atlético se dejó notar en los jugadores del Real Madrid, y cada vez parecía más complicado ver largas combinaciones o juego elaborado por parte del equipo de Ancelotti. Aun así, James Rodríguez tuvo una buena ocasión con un remate desde dentro del área que logró despejar Juan Carlos, el guardameta visitante.

Los andaluces tuvieron también su opción de lograr la igualada. A Xisco se le anuló correctamente un gol por claro fuera de juego tras un disparo que logró despejar Iker Casillas. Lo corto del resultado hacía temer que en cualquier descuido o en alguna acción fortuita el Real Madrid se pudiera llevar un susto en forma de gol postrero que pudiera robarle dos puntos.

Sin embargo, los mejores momentos del Córdoba ya habían pasado y, con los cambios, el Real Madrid logró tomar algo de aire para pasar los minutos finales sin grandes apuros. De hecho, en  los instantes finales, Cristiano Ronaldo logró poner el 2-0 con un gran disparo desde fuera del área que sorprendió al portero visitante. El portugués no había cuajado un grandioso partido, pero siempre hay que tenerle en cuenta porque sus recursos son tantos que de la nada es capaz de marcar. Eso fue lo que sucedió en esta ocasión. El partido terminó con la sensación del deber cumplido, los tres primeros puntos de la Liga ya en el casillero y la mente se desplaza ya hasta el próximo partido, que será el domingo en Anoeta. Una buena piedra toque para el campeón de Europa.