Al Real Madrid le endosaron la remontada fatal

El fútbol tiene muchos caprichos. También una cierta dosis de locura e incertidumbre que cuando se da en un partido gusta cuando te favorece y molesta si te perjudica. Algo parecido es lo que pudo pensar cualquier seguidor madridista después de la primera parte de su equipo en San Sebastián. La lógica invitaba a pensar en goleada merengue después del arranque del partido. Sin embargo, la práctica dejaba ver un injustísimo empate. Expliquémoslo como podamos.

En Real Madrid salió a Anoeta con ganas de aniquilar a su rival. Sin Cristiano Ronaldo, pero con las mismas ganas que hubiera puesto éste si llega a jugar. Tanto es así que a los 10 minutos de partido los de Ancelotti ya estaban ganando 0-2. Al minuto 5, Toni Kroos estaba sirviendo su segunda asistencia desde el córner en la Liga. Sergio Ramos entró como un obús y de cabeza ponía por delante al Real Madrid. Precisamente Ramos estuvo a un pelo de hacer un doble de récord, en apenas nueve minutos, pero un lanzamiento de falta desde la frontal era escupido por el larguero de la meta local.

Decir que los madridistas estaban siendo superiores era tan obvio como que sólo había un equipo sobre el terreno de juego. Por si esto fuera poco Gareth Bale se inventaba una de las jugadas de la temporada, con un caño espectacular dentro del área a Elustondo, para marcar el 0-2 al minuto 10 de partido. El tufillo a goleada empezaba a ser importante, y hasta el público de Anoeta empezaba a resignarse a un chaparrón.

El Real Madrid siguió creando ocasiones de peligro. Marcelo tuvo un par de ellas, la primera despejada por el portero local, y la segunda se marchó rozando el poste. También Kroos tuvo una gran opción tras un buen robo de balón y un remate abajo que despejó muy bien Zubikarai.

El 0-3 merodeó el marcador de San Sebastián que parecía un trámite de sentencia que llegaría antes o después. Sin embargo, el fútbol quiso ser cruel con el Real Madrid. Primero con el gol de Iñigo Martínez, que empujó el balón en el segundo palo tras un saque de esquina. Y después con el tanto de Zurutuza llegando desde atrás en un remate de cabeza. Dos llegadas de los vascos, dos cuchilladas en forma de gol al Real Madrid. De hecho, Sergio Ramos tuvo el 2-3 justo antes del descanso en otro remate de cabeza que volvió a lamer el palo de la portería. Al intermedio se llegaba con la sensación de incredulidad de unos y otros. Los madridistas no podían pensar que después de las ocasiones producidas y de haberse puesto 0-2 no estaban ganando, mientras que los locales tenían que frotarse los ojos para creerse que habían conseguido igualar un partido que llevaba camino de goleada en contra.

La segunda parte del encuentro iba a ser la confirmación del naufragio blanco en San Sebastián. Si en la primera parte hubo cerca de 30 minutos de abrumador dominio, en el segundo acto esa superioridad en el juego se perdió. La Real Sociedad igualó la posesión y le puso más intensidad ante un Real Madrid que no estuvo bien. Ni siquiera combativo para intentar sacar por garra lo que no conseguía hacer con fútbol.

Para colmo de males, la cuarta llegada en el partido de los vascos iba a servir para ver el 3-2 en el marcador. Otra vez era Zurutuza el que se adelantaba a la defensa madridista, en este caso a Carvajal, y anotaba el tanto que volteaba el marcador.

Ante este duro golpe, el Real Madrid no tuvo reacción. El impacto fue tal que apenas hubo una resistencia poderosa para intentar atajar ese 3-2. Por si esto fuera poco, Carlos Vela ponía el 4-2 después de que la defensa madridista reclamara mano en el control del jugador realista. La jugada pareció dudosa, desde luego. El control se podía interpretar de muchas formas, pero el árbitro no tuvo la menor intención de cambiar su decisión. Ahí murió definitivamente el Real Madrid.

Al final, algún coletazo con un remate de cabeza de Khedira que se marchó alto o un golpeo de Benzema que tocó el poste. Balance bastante corto para un Madrid que se dejó remontar en Anoeta de la peor manera posible.