Muy diferentes sensaciones han dejado en los partidos previos el Real Madrid y el Liverpool. Mientras que los blancos golearon por 0-5 al Levante, el Liverpool ha sufrido de lo lindo para superar al QPR en un encuentro en el que los cinco goles llegaron en la última media hora de juego. Dos de los tantos del conjunto de Brendan Rodgers, además, fueron obra de la defensa rival, que se marcó dos goles en su propia portería. Demasiada suerte para un Liverpool que está viviendo este inicio de temporada con muchas dudas.
Durante la primera mitad del encuentro, el QPR gozó de las ocasiones iniciales mientras que el Liverpool fue tomando el mando del partido poco a poco, aunque sin demasiada claridad. Así, Balotelli fue el principal arma ofensiva del conjunto red, que no logro abrir la lata antes del descanso. De hecho, no sería hasta el minuto 67 de partido cuando llegaría el primer tanto del encuentro. Fue Dunne en propia meta el que abrió el marcador. Las cosas pintaban bien para un Liverpool que defendió el resultado, pero que acabó pagando la relajación.
Así, los últimos compases del partido fueron de auténtica locura. Vargas empataría el partido en el 87 tras una falta colgada por Austin. Inmediatamente después, en el 90, Coutinho aprovechaba un pase de Gerrard para volver a adelantar al Liverpool, un tanto que sería nuevamente neutralizado por Vargas dos minutos más tarde. La locura parecía haber terminado ahí, pero no fue así. Cuando el partido se terminaba con un empate, que hubiera sido lo más justo, Caulker se metió en propia meta el 2-3. El Liverpool, por tanto, tendrá que mejorar mucho si quiere inquietar el miércoles a un Real Madrid que llega pletórico.
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