El líder vuelve a golear en un pleno de la BBC

Pasado el momento de celebración tocaba empezar a trabajar. Ancelotti les puso el cartel de titulares a Keylor Navas, Nacho y Bale. Lo del tercero era esperado, menos lo del primero y lo del segundo, aunque alejado del debate sangriento de hace algunos meses. Hasta en eso Ancelotti ha salido vencedor.

El caso es que sólo habían pasado ocho minutos de partido y Gareth Bale ya había ido a por el esparadrapo para taparle la boca a todos aquellos que habían criticado su entrada en la alineación. Ese fue el tiempo que tardó el galés en poner el 1-0 para los blancos. Todo vino por una gran presión de Toni Kroos en la línea media del Rayo, su recuperación le permitió sacar una contra rápida, a la velocidad de la luz. Fue el propio alemán el que centró desde la izquierda el balón tras recibir de Cristiano Ronaldo, y apareció Bale desde atrás para empujar el gol. Sencillo pero efectivo. El líder ya mandaba.

El gol madridista llevaba impregnada la sensación de deber cumplido, y quizá por eso el Real Madrid no apretó el acelerador. El Rayo discutía la posesión hasta llevarla a porcentajes parejos y, a veces, se acercaba al área de Keylor Navas. Eso sí, Pérez Montero le perdonó la expulsión a Fatau por una clara falta a Cristiano Ronaldo cuando el luso se dirigía en solitario hacia la meta visitante. No pitó ni falta.

El balón parado iba a ser protagonista para el Real Madrid antes del descanso. Primero era Karim Benzema el que remataba de cabeza contra el larguero un saque de esquina, y dos minutos más tarde Sergio Ramos haría diana en la portería vallecana con un remate con la rodilla que terminó entrando casi por la escuadra.

El 2-0 daba una sensación de partido casi sentenciado, sin embargo, un error a la hora de sacar la pelota desde atrás de James Rodríguez, le permitió a Alberto Bueno meterle emoción al choque tras hacer el 2-1 poco antes de la llegada del intermedio.

Con el agridulce sabor de haber recibido un gol poco antes del intermedio había bastante interés en ver cómo afectaría a unos y otros el tener un marcador tan ajustado. Lo cierto es que el percal no cambió demasiado, ni el Real Madrid se puso en el papel avasallador ni el Rayo salía de su patrón de juego.

Eso sí, hubo una jugada que desencadenó la sentencia del partido de la forma menos esperada. Leo Baptistao marcaba para el Rayo en posición de fuera de juego, correctamente señalizada por el colegiado. Una acción que, a continuación, iba a llevar la pelota al área del Rayo para no salir de la misma. Y es que Toni Kroos iba a recibir de Cristiano Ronaldo para marcar un golazo desde fuera del área con un efecto impresionante. El germano se estrenaba como madridista después de haber dado una asistencia en el primer gol merengue. Actuación redonda la suya.

El 3-1 tuvo una vida bastante corta en el luminoso del Santiago Bernabéu. Desde que Kroos marcara en el minuto 55 hasta que Benzema pusiera el 4-1 apenas pasaron tres minutos de partido. Karim se parovechó de un centro chut de Cristiano Ronaldo para empujar el balón en la red. Ahora sí, la sentencia estaba firmada.

Con el partido finiquitado, el gran aliciente que quedaba era doble, y ambos iban de la mano. El Bernabéu se preguntaba si el Real Madrid conseguiría llegar a los cinco goles y, de paso, si Cristiano Ronaldo seguiría marcando goles en todos los partidos de Liga disputados hasta la fecha. La respuesta a ambas cuestiones quedó resuelta de forma afirmativa a los 83 minutos después de un remate dentro del área del portugués que se coló entre las piernas del portero del Rayo. La BBC en pleno había marcado. Todo en orden. El Real Madrid conservó con suficiencia el primer puesto con una victoria aseada y llega al nuevo parón de las selecciones en la cima de la Liga. Esto marcha.