‘Carletto' ya había avisado esta semana que Isco "no era la última opción" para sustituir a Luka Modric sino que era una opción más. Illarramendi también estaba fuera de circulación por lesión y Khedira llegó de Alemania con cansancio en sus piernas. Ancelotti no se cortó, y sin miedo, colocó al malagueño junto a Toni Kroos.
La valentía le premió con una actuación magistral de Isco, que desde el primer instante, interpretó como se merece una demarcación en la que no es ni mucho menos sencillo jugar; tocó de primeras cuando correspondía, aguantó el esférico con cabeza, no se adornó en la salida y trabajó en defensa como el que más.
Isco no es el hombre con mejor físico del mundo pero ha demostrado que el físico no lo es todo en el fútbol ni mucho menos. El del Arroyo de la Miel tiene calidad y sobrada inteligencia para rendir como centrocampista defensivo. Modric debe ser su espejo en el que mirarse. El croata tampoco es un portento físico y ya se ha consagrado como uno de los mediocentros más completos del mundo. ¿Seguirá sus pasos el gran Isco Alarcón?
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