El Real Madrid sufre un rato pero termina arrasando

Bien es cierto que al Real Madrid le llevó su tiempo ‘domesticar’ a su rival. El Almería jugaba bien encerrado, tapando todos los huecos posibles a través de sus defensores. Carvajal y Marcelo empezaban a adquirir protagonismo gracias a sus subidas por las bandas, seguramente una parte del abrelatas que tenía pensado Ancelotti para salir triunfador de este encuentro.

La primera gran ocasión del partido llegaría a los 13 minutos en una gran volea de Toni Kroos desde fuera del área que, tras rozar en la cabeza de un defensa, terminó golpeando contra el larguero de la portería del Almería. Fue la única ocasión blanca durante la primera media hora del partido, una buena muestra de que no le estaba siendo sencillo al Real Madrid el encontrar la fórmula para tratar de meterle mano a su rival.

A pesar de todo, si en el campo de los Juegos del Mediterráneo había un genio capaz de abrir una defensa tan poblada ese era Isco. El malagueño sacó toda su magia para marcar un auténtico golazo que adelantaba al Real Madrid. Escorado a la izquierda, dentro del área, tras amagar a su marcador se sacó un remate cruzado con una curva venenosa. O gloriosa, según se mire. El balón se alejaba de la mano del portero mientras acariciaba el palo contrario. Un golazo para verlo 100 veces y querer más repeticiones más el disfrute.

Sin embargo, cuando el partido se ponía de cara para los de Ancelotti el Almería tuvo un coletazo en forma de reacción que llegó con otro golazo. Verza, en un empalme tremendo desde fuera del área, superaba la estirada de Casillas. Un misil imparable que probablemente no volverá a repetir muchas veces, pero que en esta ocasión servía para que al Real Madrid le empataran el encuentro.

Por suerte para el equipo de Ancelotti, a la reacción del Almería consiguió una contra-reacción, es decir, volver a marcar un gol que le devolviera la iniciativa en el marcador. Un gol psicológico, además, pues se produjo a los 41 minutos del partido, con el descanso casi enfilado. En esta ocasión iba a ser un centro de Kroos desde la derecha el que iba a encontrar la cabeza de Gareth Bale. El galés, que se movió y cabeceó como un ‘9’, puso el esférico cerca del palo derecho de Rubén. Imparable. Al intermedio, en un partido costoso, el Real Madrid llevaba el mando.

La segunda parte del encuentro empezó con dos ‘casi goles’ del Real Madrid. Primero fue un carrerón de Gareth Bale el que estuvo cerca de suponer el 1-3 pero al final llegó muy forzado y se pasó de fuerza para encontrar el pase a Cristiano y de dirección para haber marcado él mismo. Y poco después era Cristiano Ronaldo el que lo intentaba con un golpeo desde fuera del área que si no entró fue porque Rubén hizo una gran parada.

El Real Madrid no terminaba de matar el partido y la exposición a que un error o un acierto de su rival pudiera costarle caro estaba ahí. El mejor ejempló llegó en un penalti cometido por Marcelo sobre Edgar. El partido había estado cerca de ponerse con dos goles de renta para los de Ancelotti y en el minuto 60 la ocasión era para el Almería. Y muy clara. Verza fue el encargado de asumir la responsabilidad delante de Casillas. El capitán blanco sabía de la importancia de tratar de evitar el 2-2. La batalla psicológica la ganó Iker, que adivinó el lugar del lanzamiento lanzándose hacia su mano izquierda. Lo paró. Una intervención decisiva y salvadora. De las que valen puntos.

El aviso del Almería parece que volvió a espabilar un poco al Real Madrid. Los de Ancelotti le habían visto las orejas al lobo, y la posible pérdida de dos puntos había estado demasiado cerca. Por eso, cuando Cristiano Ronaldo empujaba a la red una jugada iniciada por Bale y continuada por Benzema, con asistencia mediante del galo para el luso, el partido se dio por acabado. La ‘BBC’ salió al rescate para poner el punto y final al encuentro. Fue la estocada para el correoso Almería.

El 1-3 había dejado todo visto para sentencia, pero el Real Madrid vio la ocasión de hacer un poco más grande la brecha en los últimos minutos del encuentro. El incansable Carvajal fue el ‘culpable’ de que terminara el partido 1-4 ya que una subida suya por la banda derecha le permitió dar un pase de gol a Cristiano Ronaldo para que el portugués anotara por el primer palo su segundo gol de la noche. El Real Madrid había sufrido lo suyo en Almería pero terminó goleando. La pegada del líder volvió a lucir, Casillas emergió cuando más falta hacía y la victoria número 20 de forma consecutiva ya es parte del botín histórico de los blancos. Ahora los blancos quedan a dos partidos de ganar un nuevo título, el Mundial de clubes. El 2014 sigue dejando sensaciones inmejorables.