En un principio esta semana el objetivo de los merengues era terminar la jornada como líderes para perder los menos puntos posibles la próxima semana ante la suspensión del encuentro que le debía medir ante el Sevilla. Por ello existía la opción de que el Barcelona recuperara el liderato temporalmente si ganaba sus dos partidos, el primero de ellos este sábado ante el Getafe. Sin embargo los de Luis Enrique han naufragado en la ciudad madrileña y se han dejado dos puntos importantísimos que provocan que el Real Madrid acabe el 2014 como líder de la categoría con total seguridad.
Las matemáticas no engañan, pues los culés se quedan tras esta jornada con 35 puntos en la clasificación, a cuatro de los merengues; mientras que el Atlético tiene 32 puntos con un partido menos que ambos equipos. De esta forma, aunque el Barcelona ganara su partido de la próxima semana ante el Córdoba y el Atlético hiciera lo propio mañana ante el Villarreal y la próxima jornada ante el Athletic, los de Ancelotti concluirán el año con la tranquilidad de estar en el puesto de honor de la clasificación.
Se trata de una ventaja que también implica que el Real Madrid dependa de sí mismo para ganar el campeonato, ya que el Barcelona sólo podría ganar el título si los blancos tropiezan dos veces más que ellos en lo que resta de Liga. Así que es sin duda la mejor noticia posible antes de poner rumbo a Marruecos, de forma que el equipo puede aparcar desde ya mismo con total tranquilidad la Liga y centrarse en el Mundial de Clubes.
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