En la primera parte, el asistente anuló un gol justamente a Bale por un remate de cabeza a centro de James, pero perjudicó a los blancos en la ‘batalla’ de la medular. En realidad, la única batalla la pusieron los rojiblancos, que se fueron sin tarjetas amarillas al descanso.
El Real Madrid hizo 4 faltas en la primera mitad y Clos enseñó dos tarjetas, la primera a Marcelo y la segunda a Sami Khedira. Previamente, había perdonado un ‘manotazo’ de Raúl García a Khedira en un córner y una alevosa patada de Mario Suárez a James en la medular. El maño cumplía con su papel a la perfección.
En la segunda parte llegó la jugada que cambió el partido. Un penalti señalado de Sergio Ramos sobre Raúl García, en la que tras un forcejeo entre ambos dentro del área, las manos del central en los hombros del atacante provocaron que Clos Gómez señalase los 11 metros.
Fue en esta segunda mitad cuando el colegiado equilibró la serie de amarillas, pero permitiendo que siguiese el juego duro al pasar limpios los primeros 45 minutos. Aunque tarde, el Atlético recibía lo que le correspondía con las amarillas a Gámez, Griezmann, Godín y Raúl García. Estos dos últimos por protestar y buscar la presión sobre su actuación. Eso sí, perdonó la expulsión a Arbeloa tras una fea entrada sobre que Gabi. Aunque más que perdonar, fue que no la vio, ya que no se señaló nada.
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