Al hijo del portugués se le criticó por ver los partidos detrás del banquillo, por viajar en el autobús del equipo o por celebrar títulos en Cibeles junto a todos los madridistas. Se le utilizó incluso de arma ‘arrojadiza’ contra Mourinho. Todo valía en la guerra contra el portugués. Incluso atacar a su hijo. Mourinho no caía bien y había que echarle del Madrid como fuera.
Pero Simeone ha caído en gracia. Ese fútbol ‘macarra’ con el que denominaban algunos periodistas los planteamientos de Mourinho, ahora se llama intensidad, trabajo y sacrificio con el argentino. Al ‘Cholo’ se le perdona todo, incluso, que su hijo campe a sus anchas por la banda del Vicente Calderón celebrando goles.
El hijo de Simeone no dudó en correr por la banda a abrazar a su padre, celebrando el gol. Algo que no resulta ni mucho menos grave, pero que demuestra el constante doble rasero que algunos ‘plumillas’ se empeñan en demostrar día tras día en el periodismo deportivo español.
DEJA TU COMENTARIO