Las estadísticas no engañan: a estas alturas de la película, Kroos había acumulado 2318 minutos en 29 partidos oficiales, mientras que este año, el ‘8’ madridista suma 2556 minutos en 31 encuentros. Apenas 234 minutos y dos partidos menos que esta temporada, teniendo en cuenta además que en Alemania no se juega durante el mes de enero por el parón invernal.
Pero según aseguran en el entorno del jugador, el desgaste de Kroos en el Madrid es mucho mayor que en el Bayern. La razón: la demarcación que ocupa en el campo. En Baviera, jugaba como interior o incluso mediapunta. El alemán solía acompañar a Tiago, Mario Götze, Schweinsteiger o Javi Martínez en la medular, pero rara vez lo hacía como pivote organizador.
La función de un pivote es de constante desgaste; Kroos se ve obligado a realizar coberturas, a incrustarse entre los dos centrales y a ‘picar’ hacia arriba para intentar robar el balón cerca del área contraria. El desgaste de Kroos no es una cuestión de minutos sino de posición en el terreno de juego. Manera de ver las cosas.
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