Al extremo cuanto más se le critica mejor juega. Y en los últimos días ha tenido que aguantar bastantes comentarios malintencionados, por lo que este sábado se tomó cumplida venganza al asumir el liderazgo del equipo cuando este peor lo pasada. El Madrid se acababa de quedar huérfano al perder a su 'jefe' natural, pero Bale dijo que ahí estaba él. Primero para lanzar una importante falta al borde del área en el minuto 88. Su disparo posterior fue perfectamente dirigido hacia la portería, pero Cartabia levantó su brazo para detenerlo. Era penalti incontestable, así que sólo quedaba decidir quién tomaría la responsabilidad de lanzarlo.
Gareth se sentía con confianza, por lo que él fue el primero en pedirlo. Sin embargo, como destaca el diario 'Teinteresa' la jerarquía del equipo señalaba a Sergio Ramos como lanzador. Pero el sevillano no dudó en cederle el privilegio a su compañero, pues le veía con la confianza suficiente para ejecutar el penalti y mandarlo a las mallas. Y lo cierto es que no se equivocó, ya que Bale respondió a las expectativas y no falló para dar el triunfo a los suyos. Fue una jugada redonda para los blancos que además sirvió para premiar los enormes méritos del futbolista de Gales, quien en ningún momento ha dejado de pelear a pesar de haber sido injustamente criticado desde su llegada al Real Madrid.
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