Benzema se viste de Cristiano y hace brillar al Madrid

Empezaremos diciendo que la Real Sociedad sólo tardó 37 segundos en hacerle daño al Real Madrid de la misma forma en la que se lo hizo en el partido de la primera vuelta en Anoeta, es decir, a balón parado. Un saque de esquina de Pardo al segundo palo permitió la llegada de Elustondo desde atrás para cabecear el balón a la red de Casillas. Los defensores se miraban unos a otros buscando una explicación del fallo en el marcaje. El caso es que sin apenas haber entrado en el partido, y por segunda jornada consecutiva, al Real Madrid le tocaba remontar desde el inicio.

Bien es cierto que en esta ocasión la agonía no fue tanta como la vivida en Córdoba. Y no lo fue porque apenas pasados unos segundos del minuto dos de encuentro el Real Madrid ya había conseguido poner las tablas. Iba a ser James Rodríguez, tras una buena diagonal partiendo desde la derecha, el que cabecearía a la red un gran centro de Marcelo. No hubo tiempo de ‘run run’ en el campo tras el 0-1. Una gran noticia para el Madrid, sin duda. La capacidad de reacción al primer golpe recibido era un hecho.

Eso sí, el inicio loco de encuentro estuvo muy cerca de cobrarse otra pieza en el segundo ataque de la Real Sociedad que finalizó con un remate algo forzado de Canales que pasó rozando el palo derecho de la meta de Casillas. A partir de ahí, la cosa se serenó y fue el Real Madrid el que, poco a poco, fue imponiendo su superioridad a base de dominio y empuje.

Después de algunos intentos protagonizados por Benzema, Bale o James iba a terminar siendo Sergio Ramos el que consiguiera el 2-1. La jugada vino precedida de una buena parada de Rulli a Benzema cuyo rechace terminó en los pies del defensor del Real Madrid que terminó golpeando con dureza el balón a la red visitante. La remontada se completaba en el minuto 37 aunque, eso sí, la misma pudo haber sido más grande poco antes del descanso si Bale no se hubiera estorbado con James en una jugada en la que le sacaron bajo palos al galés un remate en el que ya no había portero. En cualquier caso, y más allá del inicio loco, la sensación era que el Real Madrid había domado el partido y lo tenía dentro de su cauce.

El paso por los vestuarios, al contrario de lo que sucede en otras ocasiones, no supuso una ruptura con lo que se estaba viendo a la finalización del primer acto. En este sentido, el Real Madrid siguió con su dominio y, por momentos, hubo acciones que levantaron a los espectadores del Bernabéu de sus asientos. Sin lugar a dudas, una de las mejores fue la que terminó transformándose en el 3-1, en una gran acción de Bale penetrando por la banda izquierda. El centro atrás del galés, computable como asistencia de gol para aquellos amantes de la estadística, lo remachó a la red Karim Benzema, que no faltó a su habitual cita con el gol ante la Real Sociedad.

El 3-1, a pesar de que faltaban todavía muchos minutos por jugarse, había puesto la sentencia al partido. En primer lugar porque la Real Sociedad no daba síntomas en ningún momento de poder inquietar la portería de Casillas, y en segundo porque al Real Madrid se le veía con ganas de disfrutar. Dentro de ese disfrute general, lo cierto es que hubo un ingrediente que vino a significar la guinda al partido en forma de golazo descomunal del Real Madrid. Karim Benzema se sacó un misil colocado a la escuadra que, desde ya mismo, debería pasar a competir por ser uno de los mejores goles de la temporada. Tan imparable como espectacular. Una guinda perfecta para un gran partido del Real Madrid. El líder empieza mejor que bien una semana que puede ser vital para la Liga.